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Política

La batalla de PP y VOX por construir apoyos en el ámbito conservador internacional

Latinoamérica, en especial, se convierte en el punto de disputa de VOX y PP por aumentar su red de influencia fuera de nuestras fronteras.

La batalla de PP y VOX por construir apoyos en el ámbito conservador internacional

Mientras que la prestigiosa revista Político sitúa a Isabel Díaz Ayuso como una de las líderes políticas europeas más influyentes del Viejo Continente (destaca su retórica trumpista, entre otros menesteres, pero que hablen de ti bien o mal, significa que hablan de ti), quizás ha animado a otros políticos de su espectro a agitar la carrera electoral por la hegemonía de la derecha también fuera de nuestras fronteras.

PP y VOX parecen haber abierto una disputa por ganar puestos de relevancia en el extranjero, especialmente por ser el punto de referencia de la derecha de Latinoamérica desde la perspectiva europea. Cabe destacar que la región mantiene un sostenido proceso de polarización política, como se aprecia en procesos electorales como los vividos en Chile, que deja ascenso a populismos frente a candidatos más moderados.

Pablo Casado se encuentra en plena gira latinoamericana y el presidente de VOX, Santiago Abascal, no ha desaprovechado la oportunidad para contraprogramar un viaje no anunciado hacia Brasil, donde se ha reunido con el presidente Jair Bolsonaro, referente de la extrema derecha en América Latina y conocido por sus políticas negacionistas respecto al coronavirus.

Abascal, además, explora alianzas en Europa con partidos del ámbito ultraconservador mientras que el PP se lanza hacia el centroderecha tras la pérdida de influencia de su familia política por la salida de Angela Merkel de la cancillería alemana. La tendencia antieuropeísta de VOX y sus socios en Europa representa un punto de choque en este asunto entre los dos socios que buscan entenderse, así como otras posturas, como los tradicionales cordones sanitarios que sí aplican los aliados del PP como la CDU a AfD y que en España no existen.

Confrontación

Esta agenda internacional tiene una clara intención de confrontar con Pablo Casado. De hecho, en su reunión con Jair Bolsonaro, llegó a vincular al líder de los populares con socialistas y comunistas en alianzas electorales de cara al futuro.

"Quiere llegar a acuerdos, formar un Gobierno con los socios del Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla en España, con los que se sientan a la mesa de terroristas y narcodictadores", afirmó. Ambos foros son puntos de encuentro de la izquierda latinoamericana, el primero de partidos y el segundo de personalidades, donde ha tenido presencia el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

VOX, de hecho, carga con frecuencia contra estas entidades y llama a establecer una alianza para frenar lo que considera como el avance de un bloque comunista que llevará al establecimiento de un sistema totalitario en todo el subcontinente. Para ello, impulsó la Carta de Madrid, un manifiesto en defensa la "libertad" que cuenta con el apoyo de 150 dirigentes internacionales y más de 10.000 personas.

Pablo Casado no se ha quedado al margen y confronta con ello. En su caso, ha lanzado la Alianza por la Libertad en Iberoamérica, con la que pretende defender "la democracia, el Estado de derecho, la economía de mercado, el Estado del bienestar y la seguridad". El PP ha declinado la invitación de Santiago Abascal para firmar su Carta de Madrid.

El PP marca distancias con VOX y quiere tener presencia en Latinoamérica, con visitas a Argentina, Chile o Uruguay, pero por ejemplo, sin rastro de encuentros en Brasil, donde no quiere vincularse a las políticas de Bolsonaro.

Aliados de VOX también son otros miembros como José Antonio Kast, candidato a la presidencia chilena, el economista argentino Javier Milei, que sacó un 17% de los votos en Buenos Aires o Keiko Fujimori, hija del dictador peruano, que perdió las presidenciales frente a Pedro Castillo. También ha participado en actos de VOX Andrés Pastrana, presidente de la Internacional Demócrata de Centro (IDC), de la que Casado es vicepresidente, lo cual ha generado tensiones.

Mientras esto sucede, los conservadores miran con recelo la salida de Merkel en Alemania y cómo los conservadores se van a la oposición en parte de los principales países de la UE. También destacan que la ultraderecha solo gobierna en Hungría y Polonia, además de Brasil.

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