Europa es el gran tema de debate del continente en estos tiempos. Es importante el auge de los partidos euroescépticos y de extrema derecha en el Viejo Continente, y esto hace que cualquier acto europeísta sea mirado con recelo e incluso se ofrezca una clara oposición a eventos como Eurovisión.
Luego de la victoria de Nemo Metller en Malmö el pasado mes de mayo, la SSR-SRG, televisión pública suiza asumió la responsabilidad de organizar el festival en 2025. Luego de elegir a Basilea frente a Ginebra el pasado mes de agosto, ha sido la ciudad la que ha acabado poniendo en tela de juicio el albergar el evento musical más grande del mundo.
Impulsado por el partido de extrema derecha EDU-UDF, el cantón organizó un referéndum para autorizar la financiación local del certamen, un requisito indispensable para que el Eurofestival se celebrara en la ciudad.
El 'sí' venció al 66%
En una consulta en la que han participado 57.357 personas (un 57,15% del electorado total de 114.000 personas), la ciudad de Basilea ha aceptado los cauces de financiación del festival en mayo. Con un sí avalado por el 66,57% de los votantes (38.186 votos), lo sorpresivo quizá es ver un 33,43% en contra del Eurofestival, más aún viniendo de una fuerza política francamente minoritaria en la ciudad y que fue la única que impulsó la consulta en contra del certamen.
????? El referendum de Basilea en datos:
— Luis Mesa ? (@luismesacabello) November 24, 2024
? SÍ - 66,57% - 38.186 votos
?? NO - 33,43% - 19.171 votos
?? Votó el 57,15% del electorado.#Eurovision pic.twitter.com/U4nr9eUWT9
De hecho, Samuel Kullmann, líder de EDU-UDF en Basilea, reconocía nada más acabar la consulta que "se esperaba" el resultado, buena muestra de que el referéndum no era más que una medida para hacer ruido más que un plesbicito válido a la candidatura de Basilea a albergar Eurovisión. Si bien cada año el presupuesto municipal de la sede del festival debe pasar por la cámara municipal, es la primera vez que la decisión pasa a manos de una ciudadanía que ha dicho en amplia mayoría sí a Eurovisión.
Con este paso, Basilea afrontará el reto de Eurovisión a pleno pulmón, auspiciando actividades complementarias típicas del festival tales como el Eurovillage en el centro de la ciudad. Aclarando en las bases del referéndum que la reducción de presupuesto podría haber llevado incluso a poder albergar tan solo la final del festival, lo cierto es que el festival nunca ha corrido peligro, y simplemente ha recibido el eco mediático de un entorno eurófobo que ha visto en esta consulta la oportunidad perfecta. Ante todo esto, solo queda ir conociendo las canciones del festival, y esperar al sábado 17 de mayo, fecha en la que Eurovisión volverá al país que lo vio nacer en 1956.