Izquierda Unida decidió realizar hace unos días un barrido de micrófonos en las dependencias que les corresponden en el Congreso de los Diputados. Gracias a él, encontraron una señal sospechosa en la oficina de uno de los representantes: los técnicos habían percibido un punto de calor anómalo en el respaldo del sillón de Enrique Santiago.
Tras conocer los hechos, la dirección de Izquierda Unida decidió deshacerse del mueble sin presentar denuncia, según El Confidencial. Todo el proceso se produjo entre los pasados 17 y 23 de febrero, cuando el partido contrató a una empresa para realizar estos análisis, que se centraron en Alberto Garzón, Roser Maestro y Enrique Santiago.
En el despacho del último, los especialistas comprobaron la existencia de un punto de calor compatible al de un micrófono en el respaldo de su sillón, donde únicamente debería haber gomaespuma.
Al examinar el asiento, la empresa se cercioró de que se encontraba bajo un ventanal al que daba el sol, por lo que examinaron aquella zona del respaldo por si hubiera podido calentarse por el efecto de los rayos, aunque no encontraron ninguna otra explicación y remitieron el informe.
Se deshicieron del sillón sin comprobar el micrófono
A pesar de que IU contrató a la empresa para que realizara este barrido, los técnicos no destriparon aquel cojín en busca de un micrófono. Según informan desde El Confidencial, el método que realizaron fue bastante llamativo, ya que lo más común es revisar en profundidad el mueble, extraer el micrófono, documentarlo y entregárselo al cliente. Únicamente se mantienen en el escondite cuando se pretende que el propietario del dispositivo no detecte que ha sido descubierto.
La dirección de IU, por su parte, prefirió deshacerse del sillón sin comprobar aquella extraña señal, sin presentar denuncia alguna. Han explicado, además, que suelen realizar estas inspecciones con objeto de garantizar el secreto de sus comunicaciones.
Por otra parte, Enrique Santiago ha declinado hacer declaraciones. Sin embargo, cabe resaltar además que este diputado llevaba ocupando el mismo despacho desde la pasada legislatura, por lo que se desconoce cuánto tiempo podría llevar el micrófono encubierto.
