El estallido de la invasión de Ucrania por parte de Rusia desencadenó una serie de sanciones por parte de Occidente con el objetivo de aislar al régimen de Vladímir Putin, intentar presionar su economía e intentar forzar a través de esta vía una salida.
El país aparentaba mantenerse plenamente integrado en el marco capitalista en la era previa a este escenario, sin embargo, la situación no ha cambiado de manera tan drástica como podría aparentar.
A pesar de la fuga de empresas, adquirir productos occidentales en Rusia continúa siendo posible, aunque no sea tan fácil como antes. Y todo, a pesar de que este país cuenta con 11 paquetes de sanciones sobre su economía y un fuerte bloque de naciones líderes en la economía mundial en su contra.
Para que florezca este comercio de productos de toda clase, es clave el conocido como el 'mercado gris', en el que este gigante emplea todo tipo de estrategias para transportar los productos esquivando las sanciones impuestas a nivel internacional.
Mercado gris
Para la llegada de productos considerados como vetados en el país, se utilizan vías paralelas que permiten la entrada de productos cuyos propietarios han decidido no vender a clientes rusos.
Estas empresas venden a través de canales oficiales, a tiendas o mayoristas. A través de esta vía, Rusia busca comprar el producto, principalmente países que formaron parte de la Unión Soviética y muy cercanos actualmente al Kremlin.
Se calcula que esta vía permite la entrada de bienes de consumo para la población que rozarían el 4% de todo lo que compró Rusia el año pasado, permitiendo la llegada de todo tipo de productos occidentales.
Pero esta vía incluye otro punto. La llegada de maquinaria clave para el país. Se trata de semiconductores y partes útiles para la industria de guerra. Se trata de una política que la Unión Europea y la comunidad internacional interpreta como un incumplimiento de las sanciones.
Esta vía se inspira en la adoptada por otros países, como Corea del Norte, Irán o China. A través de estas rutas, consiguen eludir las sanciones occidentales en la llegada de productos de todo tipo.
Ante la violación de las sanciones y el suministro que supone para su incursión militar, varios organismos de la Unión Europea y Estados Unidos han identificado los flujos que utiliza Rusia y, también otros países en la misma situación. El objetivo es combatir este tipo de prácticas para hacer más efectivas las sanciones impuestas.