Un macroestudio internacional ha tomado muestras de las aguas residuales de 37 países con el objetivo de conocer qué tipos y qué cantidad de droga se consumen en las diferentes ciudades de Europa. La investigación desvela un importante dato que afecta en particular a Barcelona, ya que esta es la ciudad del continente en la que más cocaína se consume. Su consumo supera al de otras como Amberes, Ámsterdam, Zurich o Londres. Los informes revelan que el consumo de esta sustancia es mayor en las ciudades del sur y oeste de Europa.
El estudio que ha contado con la participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), analizó el agua de 120 ciudades, de las cuales seis eran españolas. Estos datos situaron a Barcelona como la ciudad en la que más cocaína se consumo en Europa. Además, la capital catalana se encuentra en el puesto número 8 en el consumo de éxtasis, que es liderado por los Países Bajos; en el número 13 en el consumo de metanfetamina, liderado principalmente por ciudades alemanas y checas; y en el número 33 en el consumo de anfetamina.
Estos resultados confirman las grandes diferencias que existen en el consumo de drogas entre los distintos países. Mientras que la cocaína triunfa en la zona sur y oeste del continente como Italia, Francia o Reino Unido, en países como Bélgica y Países Bajos se observa un mayor consumo de anfetaminas. En el caso de la metanfetamina, su consumo es menor al de otras drogas estudiadas, pero cada vez es más elevado en ciertas ciudades de Eslovaquia, República Checa y Alemania.
El consumo de cocaína aumenta progresivamente en España
Los datos aportados por este estudio desvelan que el consumo de cocaína en Barcelona, por lo general, duplica el estimado en otras ciudades. Para conocer estos hechos, los científicos han analizado las aguas residuales de las ciudades siete días a la semana durante siete años. Este preciso seguimiento ha permitido descubrir que, excepto Madrid, diferentes ciudades españolas han tenido un aumento progresivo en el consumo de esta sustancia. El caso de Barcelona resulta alarmante, ya que desde el 2015 hay un incremento de casi el 100% y su consumo diario equivaldría a un gramo por mil personas en 2017. Otras como Castellón, Valencia y Santiago muestran un incremento similar al de la capital catalana, pero con un consumo bastante menor, que no sobrepasa de los 600 miligramos.
Miren López de Alda, investigadora jefa del equipo del CSIC, destaca la importancia de poder llevar a cabo un seguimiento del consumo día a día: "Cogemos una muestra diaria. Este método permite saber cuándo se consume más droga durante la semana o durante grandes eventos del año como los festivales de música por ejemplo".
La investigadora destaca que un análisis de este tipo podría ayudar a mejorar el control del consumo y los riesgos de la población. Es por eso que los resultado del estudio ya han sido enviados a distintos organismo internacionales, entre ellos a la Organización Mundial de la Salud. "Les toca a las grandes instituciones como esta tomar las medidas adecuadas"señala así López de Alba. En cuanto a los preocupantes datos sobre Barcelona, la investigadora afirma que se centrarán más en esta ciudad.