La cantidad de paridas que estamos acostumbrados a oír de la comunidad LGTBIfoba serían una gran pieza de museo (junto a las vecinas de Valencia y el Pim Pam Toma Lacasitos) si no fuera por un simple hecho: hay gente que se toma en serio sus afirmaciones, y eso mata.
La última gilipollez supina afirmación que hemos podido oír para deleite de nuestros oídos ha llegado por parte de un líder homófobo religioso ruso. No, no es Arsuaga, ya que él es ibérico 100%. La tontería ha llegado de Metropolitan Kornily, un clérigo ruso con nombre de periódico y que ejerce como líder de la Iglesia rusa ortodoxa de los Viejos Creyentes, lo cual tiene un tufo a secta que echa hacia atrás con sólo oírlo.
Para evitar esa sospecha, el señor Metropolitan se ha dedicado a soltar la siguiente afirmación: "todo hombre debe dejar de afeitarse para protegerse a sí mismo de la homosexualidad". Chica, ¿cómo te quedas?
Sigamos con las perlas: para Metropolitan, tener barba hace de poder mágico para repeler a los homosexuales y para evitar su contagioso comportamiento que, posiblemente, se reproducirá por el aire. Por ello el 100% de la población mundial es gay.
El líder de esta secta, que está separada de la rama tradicional de los ortodoxos desde 1666, dice lo siguiente: "Dios nos dio estas reglas. Está escrito que Dios creó a todos los hombres, y quiso que estos tuvieran barba. La Iglesia católica occidental está completamente fuera de control con este concepto. Pero está claro: mira a los iconos. No podemos imaginarnos a Cristo o a algún santo sin una barba".
Para demostrar que estamos completamente de acuerdo con sus afirmaciones, dejaremos que veáis esta fotografía. La barba te vuelve totalmente heterosexual. Si por heterosexual entiende, claro, gay:
El líder religioso también ha querido posicionarse en contra de la gente extravagante, a pesar de que él va vestido igual que Gandalf después de haberse perdido en el bosque tres años en medio de lobos muy heterosexuales:
Sinceramente, no sabemos qué pensar. Creemos que los barberos son los grandes culpables de que las tasas de homosexualidad a nivel mundial estén creciendo. Así que ya sabéis, llamad a la Policía. ¿¡Es que nadie piensa en los niños!?
