Cosas de la postmodernidad. Si hace unos años se llevaba la figura del metrosexual y llevar barba se consideraba como algo 'sucio'... ahora nos vuelve locos. Hay quienes la vinculan con los hipster, con un hombre sexy, e incluso hay gilipollas que aseguran que previene la homosexualidad. Ya lo habíamos dicho: nos vuelve locos.
Pero lo que ha descubierto un nuevo estudio científico nos ha dejado completamente impactados: llevar barba tiene propiedades anticancerígenas y puede ayudarnos a mantenernos jóvenes durante más tiempo.
Para llegar a tal conclusión, los expertos han asegurado que nuestro vello facial supone toda una barrera natural y efectiva contra los rayos ultravioleta que atacan diariamente contra nuestra cara y que amenazan con provocar cáncer de piel, sobre todo si no nos cuidamos efectivamente.
Además, al evitar el paso de los rayos ultravioletas, también se previene que éstos puedan provocar daños irreparables en nuestros tejidos cutáneos, tales como arrugas, o marcas que todos asociamos comúnmente al paso del tiempo.
En este paso, si quieres tener cuidado y proteger tu piel al máximo, también es recomendable utilizar crema solar siempre que vayamos a salir a la calle durante un tiempo prolongado y en las jornadas de mayor exposición, es decir, los días soleados del verano.
Ese es el método más efectivo, tal y como han reconocido los investigadores, aunque reconocen que la barba tiene un punto determinante. Ahora queda demostrar cómo se realiza tal protección, ya que parece evidente que no todos los tipos de barba pueden actuar de la misma forma (dependerá del espesor y de lo frondoso que sea este tipo de vello).
El experimento se realizó con varios muñecos con los que se analizó la cantidad de radiación solar que recibían con la misma exposición. De esta forma, los expertos pudieron concluir que una buena barrera de estas características puede bloquear hasta un 95% de la radiación ultravioleta.
¿Con pelo o sin pelo?
Los científicos también evidenciaron que las personas con cabellera gruesa, en algunas ocasiones, no desarrollaban cáncer de piel hasta que perdían su pelo, lo que puede ser un factor más a favor de esta teoría, tal y como han relatado a The Independent.
Sin embargo, llegados a este punto, los investigadores consideran que no hay una decisión definitiva, sino indicios que deberán de ser investigados y contrastados hasta alcanzar una conclusión científica definitiva.
El Sol es uno de los factores de envejecimiento y daño en la piel más frecuentes y dañinos con los que actualmente contamos, por ello es fundamental contar siempre con una protección adecuada, sobre todo, en los momentos en los que el Sol se encuentra en su punto álgido.
