El 24 de mayo de 2015 se produjo un verdadero terremoto político en varias ciudades y autonomías de España. Cuatro años después del nacimiento del 15-M, el movimiento de ciudadanos indignados con el sistema bipartidista y corrupto, nuevas formaciones que recogían gran parte de las medidas que pedían los manifestantes llegaron a las instituciones por primera vez.
Manuela Carmena ha sido el referente de este cambio político en Madrid, así como Ada Colau -la exactivista de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca- lo es en Barcelona. Desde que ambas llegaron al poder, las dos principales ciudades de España se han convertido en un símbolo de los llamados 'Ayuntamientos del cambio'.
Sin embargo, una biografía autorizada sobre el entonces candidato del PSOE a la alcaldía, Antonio Miguel Carmona, ha confirmado lo que ya denunció Ahora Madrid en su momento: banqueros y constructores presionaron al socialista para que aceptara la proposición de Esperanza Aguirre de convertirlo en alcalde y bloquear el paso a la candidatura del segundo partido del consistorio liderada por Carmena.
Objetivo: Manuela Carmena
Tras 24 años de gobiernos del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Carmena logró finalmente arrebatar el bastón de mando a los populares. El PP encabezado por Esperanza Aguirre perdió 10 ediles, pasando de 31 a 21; el PSOE descendió de 15 a 9; Izquierda Unida y UPyD desaparecieron del mapa e irrumpieron las nuevas fuerzas políticas: Ahora Madrid (candidatura impulsada por Podemos, Ganemos Madrid, Equo, algunos miembros de IU e independientes) con 20 concejales y Ciudadanos con 7.
Tras los resultados electorales, la expresidenta popular de la Comunidad de Madrid intentó por todos los medios evitar que Carmena fuera investida alcaldesa en la ciudad. Incluso ofreció a Carmona los ediles del PP para que él fuera el nuevo regidor del consistorio.
Según recoge la biografía autorizada y publicada por J. Nicolás Ferrando, amigo del candidato del PSOE, el socialista tuvo una reunión con Aguirre en el despacho de un abogado madrileño. "Todos mis votos son para ti, tú serías el mejor alcalde, yo me retiro y suscribo tu programa electoral", le espetó entonces la popular. Sin embargo, el concejal rechazó la propuesta, una postura que concordaba con la que mantenía Pedro Sánchez desde Ferraz.
Cuando Carmena se enteró de los tejemanejes de Aguirre, llamó al socialista y se reunió con él en una cafetería del hotel Wellington. Ambos reconocen que mantuvieron complicidad durante las negociaciones. Tanta, que el candidato del PSOE ha afirmado en la biografía que con la jueza "es fácil negociar porque te hace partícipe de las decisiones y busca el consenso".
Las presiones se recrudecen
Sin embargo, no todo había acabado ahí: Aguirre se lanzó una vez más a por el socialista. Esta vez públicamente a través de los medios de comunicación. Carmona fue tajante: "Nunca seré alcalde con los votos del PP".
Este rifirrafe público inquietó y mucho al sector bancario y al de la construcción. Fue entonces cuando comenzarón los movimientos 'in extremis' y las presiones para impedir que Carmena fuera alcaldesa.
El autor de la biografía asegura que al socialista le llamaron e incluso se llegaron a reunir con él discretamente para presionarle y que aceptara la propuesta de Aguirre. "Me reconoció que este tipo de reuniones fueron muy tensas y algo tediosas", afirma el escritor en el libro 'Todo por Madrid'.
Pese a los intentos por impedir la llegada del llamado 'cambio' al Ayuntamiento de Madrid, Carmena fue investida finalmente alcaldesa de la ciudad en la segunda semana de junio con los votos de Ahora Madrid y el apoyo del PSOE. Los socialistas no entraron al gobierno, pese a que Carmona apostara por esa idea más tarde, algo que nunca se ha llegado a producir.
Carmena logró todo un hito en Madrid: acabó con casi un cuarto de siglo de gobiernos del PP y logró superar las presiones de los banqueros y empresarios de la construcción -cuyos nombres no han trascendido en la biografía-. Con ello, puso por encima a los ciudadanos, la democracia y el sistema parlamentario sobre los intereses de la élite más pudiente económicamente.
