La práctica del balconing entraña grandes riesgos. Practicada entre los turistas que en muchas ocasiones llenan las costas españolas, consiste en arrojarse al vacío desde un balcón, buscando elementos como una piscina, para amortiguar la caída.
Muchos turistas realizan estas prácticas después de consumir grandes cantidades de alcohol, cuando la capacidad de raciocinio se ve mermada. Los riesgos son amplios y están provocando muertes en personas muy jóvenes.
Con motivo de esta práctica, multitud de hoteles de las Islas Baleares se han puesto de acuerdo para incrementar la altura de las barandillas de los balcones, desde los 1,05 metros obligatorios hasta 1,10 e incluso 1,20.
El nuevo y peligroso balconing
Pero el balconing evoluciona y, lamentablemente, todavía a peor. La práctica ahora incluye nuevos elementos que directamente ponen en riesgo la vida incluso antes de lanzarse al vacío.
Eso es lo que ha evidenciado las redes sociales. Se embadurnan el cuerpo por completo en alcohol, se suben a las barandillas, allí se prenden fuego por todo el cuerpo y, ya envueltos en llamas, se tiran a las piscinas para apagar sus cuerpos en el agua.
THE SCREAM I LET OUT pic.twitter.com/M7pCSoZ7A4
— ?? (@Iittlestory) May 18, 2024
Esta nueva práctica no hace más que aumentar los riesgos que entraña, incluidos graves lesiones en muchas ocasiones irreversibles y, con ello, que suponen secuelas de por vida. E incluso la muerte.
Ahora, con la nueva práctica, el riesgo de sufrir consecuencias por la caída al vacío se suma al peligro de sufrir quemaduras por todo el cuerpo.