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Política

Balance de legislatura: El ridículo de Rajoy

Mariano Rajoy (o la inesperada virtud de la ignorancia). La peculiar estrategia política del Presidente basada en hacer lo contrario de lo que dice y marcada por las meteduras de pata en público.

"La cerámica de Talavera no es cosa menor, dicho de otra manera, es cosa mayor".

Así comienza este especial balance con motivo de las elecciones del 20D sobre la legislatura de Mariano Rajoy y sus esperadas ausencias en platós de televisión para debatir sobre política y no solo para visitar a María Teresa Campos y Bertín Osborne. El debate del 14 de diciembre, donde sí discutió con el líder de la oposición previo pacto de todos los detalles, nos dejó una agonía bipartidista en el fango por ver quién hacía la afirmación más "ruiz". Analizamos detenidamente todos las citas y los momentos no tan gloriosos que nos ha brindado nuestro señor Presidente del Gobierno, con las principales preocupaciones de los ciudadanos según el orden determinado por el último CIS de noviembre.

1 Paro

Cuando gobierne bajará el paro (El Mundo, 10 de enero de 2010)
"Cuando gobierne bajará el paro (El Mundo, 10 de enero de 2010)"

El Gobierno acaba una legislatura marcada por la terrible situación económica y laboral con un balance muy decepcionante si tomamos como referencia los 3,5 millones de empleos prometidos por ellos mismos en 2011. Rajoy se despide con 4,1 millones de parados. El hecho es que lejos de haber reducido en tal cantidad el grueso de desempleados, el dato ha bajado con respecto a hace cuatro años en torno a 200.000 parados (-6%) en gran parte debido a la caída de la población activa por la "movilidad exterior por el espíritu aventurero" como lo llama la ministra Fátima Báñez, o como se conoce en la calle: al exilio económico que está impulsando enormemente la emigración de los más preparados. De hecho, la inmensa mayoría de los contratos nuevos son en condiciones de extrema precariedad o contratos por horas, según informan los sindicatos. A su vez, también se produce una disminución en el número de cotizantes de la Seguridad Social (-0,1%), lo cual demuestra que esta bajada del paro no se traduce en una subida del empleo tal y como apuntaba anteriormente.

Desgraciadamente,  esto es algo que nos advertían desde Alemania grupos de izquierda desde la anterior legislatura. Y es que la llegada de los minijobs no como complemento laboral sino como paradigma del mercado es la causa de esos buenos datos que,  sin embargo, Rajoy achaca a su buen hacer de flexibilizar las condiciones laborales: "esto no es como el agua que cae del cielo sin que se sepa exactamente por qué... Hay razones".

Pues bien, -aparte de su ignorancia en temas científicos básicos que harían sonrojarse a un niño de primaria- como dice el Presidente, sí hay razones: una reforma laboral que deja los convenios colectivos en papel mojado y el abaratamiento del despido siguiendo la tendencia impuesta por Merkel a Zapatero, de modo que hemos pasado ya de indemnizaciones de 45 días por año trabajado a tan solo 20. Todo esto a pesar del "no creo que haya que abaratar el despido" que Rajoy dijo en campaña electoral -Albert Rivera se propone continuar la tendencia con su contrato único, dejándola en torno a los 10 días por año trabajado según si se trata de un despido procedente o improcedente-.

2 Corrupción y fraude

Luis, sé fuerte
"Luis, sé fuerte"

El señor Rajoy siempre ha destacado especialmente por su displicencia a la hora de valorar las actuaciones contra la corrupción en su partido, especialmente afectado por el tema. Uno de los casos que más ha dañado al Partido Popular a nivel nacional es la macro causa Gürtel-Bárcenas, ahora troceada en la Audiencia Nacional, y ante las cuales siempre ha rehusado dar las explicaciones pertinentes, como en la famosa rueda de prensa donde dijo "la segunda [pregunta] ya tal" y no dio más explicaciones en relación al tema de la detención de su extesorero. O en 2009, cuando decía que "nadie prodá podrá probar que no son inocentes", en relación a los encausados en Gürtel donde se incluía Luis Bárcenas.  A día de hoy ya son varios los dirigentes del PP que han reconocido el cobro de las cuantías que figuran en los papeles de Bárcenas, como el Presidente del Senado, Pío García Escudero.

Precisamente es cuestionable que nadie en el partido reconozca que Luis Bárcenas estuvo cobrando hasta 2012 un salario fijo por su cargo y que mantuvo su despacho con secretaría aun habiéndose publicado los papeles del tesorero meses atrás y habiendo comparecido Rajoy en el Congreso -por lo tanto entendemos que mintió en sede parlamentaria-. Del mismo modo mintió María Dolores de Cospedal, quien intentó vender la retribución como una indemnización fraccionada pactada en diferido en simulación de lo que era dicha retribución y se enzarzó en un soliloquio dialéctico sobre la conveniencia de que tuviera o no su retención a la Seguridad Social... "Luis, sé fuerte".

Pero su inacción frente a la corrupción es cierta y contrastable. No solo se ha negado a realizar incontables comisiones de investigación que sí tiene la cara de exigir para otros partidos, sino que Mariano Rajoy habló de que nunca realizaría una amnistía fiscal como la llevada a cabo por Zapatero y los españoles nos encontramos con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aprobando una "regularización de activos ocultos". De nuevo como con el PSOE, ninguno ha realizado amnistías fiscales sino que han tirado de eufemismos y,  como diría el presidente, "no es cierto, salvo alguna cosa...".

3 Economía

El rescate de la Unión Europea a la banca española
"El rescate de la Unión Europea a la banca española"

En cuanto a los impuestos, ¿qué prometió Mariano Rajoy antes de acceder al Gobierno? Obviamente lo contrario de lo que ha hecho. "No podemos resignarnos a más subidas de impuestos", "nadie en época de recesión y de crisis sube los impuestos" o "hay que bajar el IRPF" son algunos de los insultos a la inteligencia que nos toca recordar ahora.

De hecho, en lo que va de legislatura ya hemos tenido que soportar más de 40 subidas directas o indirectas de impuestos que, lejos de ir destinadas hacia una progresividad impositiva o a cubrir servicios públicos -eran repago de los mismos-, lo que hacían era aumentar aún más la brecha entre los acaudalados y el proletariado. Luego, por supuesto, hemos recibido una pírrica rebaja de los impuestos desoyendo el mantra de la reducción del déficit que los propios miembros del ejecutivo nos han hecho tragar, por un electoralismo claro y extrañamente poco clarividente al creer que una disminución testimonial del IRPF en año electoral va a granjear las simpatías de quien ha sufrido la realidad social.

Tampoco es desdeñable el caso de las ayudas a la banca, que en principio no se iban a producir y ahora por obra y gracia de la Unión Europea y como consecuencia de la negativa de Angela Merkel y Mario Draghi a la unión bancaria, tenemos que pagar los españoles como rescate bancario -De Guindos ya dio por perdida la posibilidad de que lo pagaran los bancos después de asegurar que no costaría ni un solo euro a los ciudadanos-. Y se computa dentro del déficit público ya que las ayudas no pudieron ir directas a los bancos en problemas a causa del tecnicismo europeo impuesto por Alemania al Banco Central Europeo para que el dinero pasara por el gobierno español y computase con el déficit. Por lo tanto sí, lo podemos considerar un rescate parcial porque solo va destinado a salvar a las cajas -obligadas a convertirse en bancos y ser privatizadas- que los propios políticos habían hundido y saqueado estallando Bankia como paradigma por los casos Blesa, Rato y las tarjetas black. Se negó que se fuera a crear un banco malo con los activos tóxicos de las cajas de ahorros y ahora tenemos un banco malo con los activos tóxicos de las cajas de ahorros, la SAREB. Rajoy prometió que "No pienso dar ni un solo euro de dinero público" y que "no va a haber ningún rescate financiero". Pues bien, la cuantía asciende hasta 61.366 millones de euros según el Banco de España, la práctica totalidad del gasto sanitario en España en un año completo.

4 Clase política

¿Debe gobernar siempre la lista más votada?
"¿Debe gobernar siempre la lista más votada?"

En este tema hay muchos aspectos de regeneración democrática que podríamos tratar, como el empeño en "que gobierne la lista más votada" cuando estamos en un Estado parlamentarista y no en uno presidencialista que deba resolver sus cuitas electorales con una reforma para tal fin, que sería probablemente tumbada por el Tribunal Constitucional; ni con una segunda vuelta, que solo apuntalaría el bipartidismo. Si se quiere una democracia donde los ciudadanos elijan al ejecutivo y no que elijan a sus representantes legislativos para que éstos elijan al ejecutivo, habría que reformar la Constitución y acabar con la cultura del pacto político -qué casualidad, justo ahora que ya no habrá más mayorías absolutas-. El presidente Mariano Rajoy y todo su partido deberían dejar de engañar a los ciudadanos y aprender lo que es el sufragio indirecto, explicado previamente. Él, como era de esperar, respondió en una entrevista: "Sí, me voy a votar a sí mismo", tomando como pronombre uno que no correspondía a su persona desde luego. Pero la idea tan vaga que el todavía Presidente del Gobierno se hace de la democracia se podría resumir con su última frase estrella: "Es el vecino el que elige al alcalde y es el alcalde el que quiere que sean los vecinos el alcalde". No hay más preguntas, señoría.

No es muy difícil adivinar a qué se debe el descrédito de los políticos que nos han gobernado estos años al ver el uso que hacían del plasma, ninguno hablaba inglés -Rajoy soltó "It's very difficult todo esto" al más puro estilo Ana Botella- y todos acababan en consejos de administración de grandes empresas haciendo gala de legislar para sus intereses corporativistas y emplear la tan codiciada puerta giratoria.

5 Servicios sociales

El sistema eléctrico, uno de los grandes dilemas de Rajoy
"El sistema eléctrico, uno de los grandes dilemas de Rajoy"

Desde luego, acertó el propio Rajoy en su análisis de la situación política: "No es lo mismo que gobierne uno que gobierne otro, no es lo mismo; dicho de otra forma: es muy distinto, muy diferente".

Los servicios sociales son la nueva patria de Podemos y ahora también de PSOE y Ciudadanos, acertadamente; pero antes de llegar al poder el presidente del PP quiso coquetear con ellos en ABC Punto Radio: "Le voy a meter tijera a todo menos a las pensiones públicas y aunque sea competencia de las Comunidades Autónomas a la sanidad y a la educación". Es cierto que las pensiones han recibido subidas mínimas mientras con Zapatero se congelaron pero Rajoy hablaba en estos términos de la subida de tarifas eléctricas cuando era el líder de la oposición: "Le pido [señor Zapatero] que no autorice una nueva subida de la luz porque eso afecta al poder adquisitivo de la gente". Una vez más se le vuelve en contra la maldita hemeroteca y no solo porque el ministro Soria tuviera que inventarse un sistema eléctrico irresoluble para atajar la subida del 11% en la que se sumía el gobierno del PP sino porque al hablar del poder adquisitivo de la gente, quedaba en entredicho una de sus reformas estrella del sistema público de pensiones.

Si antes se mostraba crítico con la pérdida de poder adquisitivo, no solo debió subir cuando pudo el salario mínimo interprofesional sino que además erró completamente al desligar la revalorización de las pensiones del Índice de Precios al Consumo, pues eso supone asegurar una subida de cara a la galería pero una posible bajada con respecto al IPC que disminuya, como ha ocurrido, el poder adquisitivo de los pensionistas. La demolición del Pacto de Toledo.

6 Nacionalismos

Artur Mas le ha dado más de un dolor de cabeza a Rajoy
"Artur Mas le ha dado más de un dolor de cabeza a Rajoy"

Si una cosa ha dejado clara el señor Rajoy es que le gusta andar y conocer España, lejos queda su lapsus con "ETA es una gran nación" y ahora tenemos el renovado "España es una gran nación y los españoles muy españoles y mucho españoles". También descubrimos gracias a su capacidad de hacer spots como churros que les "ha faltado un poco de piel" y solo asumen errores de comunicación, no de coherencia ni de mala gestión o, en el caso territorial, que al señor Rajoy le gustan los catalanes porque "hacen cosas" y hace gala junto a la plana mayor del PP de su desconocimiento del catalán.

También achaca un grave desconocimiento en naciones por cultura general cuando a la pregunta de Bertín Osborne en TVE pidiendo que le cite tres países, el Presidente respondió: "La Unión Europea, Marruecos, Estados Unidos y Latinoamérica". Porque para ir a medios cómodos no pierde el tiempo, véase su visita a la COPE para comentar fútbol en 'Tiempo de Juego', tal vez lo recordaréis  por perlas como "La mejor defensa es una buena defensa", "Tantas cosas en la vida dependen de no se sabe qué"o"Lo que es evidente es que ha dicho usted exactamente lo que tenía que decir y no ha dicho lo que no tenía que decir". Al final hasta su hijo le dejó en ridículo y su cara al escucharle se hizo viral en las redes sociales, así como la posterior colleja. Pero para ir a debates serios como el de Atresmedia o El País no tiene tiempo.

Volviendo a los nacionalismos, el señor Rajoy ya ha demostrado sobradamente desconocer la Constitución, como ocurrió durante la sonada entrevista con Carlos Alsina en Onda Cero achacando a los independentistas una actitud que "va contra el sino de los tiempos" por "pedirle a la gente que renuncie a su condición de español y europeo". El Presidente desconocía entonces la ley que dice, tal y como apuntó el periodista, que "el ciudadano de origen nacido en España no pierde la nacionalidad aunque resida en un país extranjero si manifiesta su voluntad de conservarla". El ridículo máximo llegó no solo por desconocer la ley que impide perder la nacionalidad española sino por no ser capaz de ver a qué va asociada y preguntar "pues... ¿Y la europea?" ante las disimuladas risas del entrevistador. Pero ya sabemos que para Mariano Rajoy "un vaso es un vaso y un plato es un plato".

Pero no olvidéis:

La clave de la legislatura se la debemos a su entrevista con Gloria Lomana en Antena 3 con motivo de las Elecciones generales de 2011 y que explica por qué ya desde antes de alcanzar el poder sabía que iba a tener que incumplir su programa electoral punto por punto -teniendo en cuenta que la mayor parte de la herencia recibida le venía del brutal desajuste del déficit de las comunidades autónomas que ya llevaban muchos años presidiendo desde el PP- cuando Mariano Rajoy reconoció lo siguiente: "Me presento a las elecciones sabiendo muy bien cómo están las cosas o por lo menos parte de las cosas. Y por tanto soy consciente de eso. No me voy a quejar de la herencia que reciba". Fin de la cita.

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