Nick Holterman, un hombre de 24 años, ha enfermado de una infección cutánea causada por la conocida como bacteria 'comecarne', después de confundirse y rasurarse con la afeitadora de su compañero de piso.
Nada más terminar el afeitado, el joven comenzó a notar una serie de erupciones en el rostro, similares a "picaduras de araña", según describe, en el área de la barbilla. El joven asegura que, a partir de entonces, empezó a padecer una "infección respiratoria superior realmente grave". La situación fue, poco a poco, a peor: "Me salieron pústulas y llagas profundas en la barbilla y a lo largo de la línea de la mandíbula", describe.
Con este cuadro, finalmente decidió acudir a visitar a un médico. El profesional le recetó antibióticos con el objetivo de aliviar la infección, algo que no fue suficiente. Holterman notó que las úlceras aumentaron considerablemente de tamaño, motivo por el que decidió ir de nuevo al hospital.
Tras recibir una segunda revisión y una serie de pruebas clínicas, le diagnosticaron impétigo. Se trata de una enfermedad cutánea altamente contagiosa, causada por estreptococos o estafilococos y que es resistente a los antibióticos tradicionales.
Graves consecuencias
Si la infección no es tratada de manera adecuada, puede generar un cuadro muy grave, llegando incluso a causar la muerte. El síntoma principal son llagas rojas que se forman alrededor de la nariz y la boca. Se revientan, supuran durante algunos días y luego forman una costra de color amarillo amarronado.
Por ello, los antibióticos acortan el período de infección y evitan su posible propagación. Con este diagnóstico, los médicos le recetaron Bactrim, una combinación de dos antibióticos que, esta vez sí, eliminaron la infección.
"Sentí que iba a vomitar constantemente durante una semana porque las bacterias naturales de mi cuerpo y flora intestinal estaban siendo devastadas por tres antibióticos diferentes", manifestó Holterman tras haber pasado la enfermedad.
Y lanza un consejo muy importante para todo el mundo: "Solo quiero recordar que no se debe compartir navajas de afeitar ni utilizar las de otras personas. Pueden contraer una bacteria carnívora resistente a los antibióticos, que es extremadamente dolorosa y que supura todo el tiempo".
