La crisis afgana y la toma del control por parte de los talibanes ha hecho temer por los derechos humanos, especialmente, de los grupos más vulnerables. La situación crítica en la que se encuentran las mujeres de Afganistán se encuentra ya bajo el foco y la preocupación internacional. Sin embargo, otra cruel práctica afgana ya arraigada en su tradición ha vuelto a tomar visibilidad: se trata de los 'Bacha bazi', niños entre 10 y 18 años explotados sexualmente por hombres con altos cargos en Afganistán.
En esta práctica, los menores son secuestrados o, en ocasiones, comprados a familias de escasos recursos, y posteriormente sirven de entretenimiento para los hombres afganos, quienes les maquillan, les visten de mujer y les obligan a bailar en sus fiestas, además de someterlos a violaciones.
Así lo explica un informe de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán (AIHRC): "En algunas partes del país, los niños deben llevar ropa de mujer y se utilizan como bailarines en fiestas y ceremonias de boda. Al final de las ceremonias, por lo general son llevados a casas privadas u hoteles y violados. A veces incluso son violados en grupo", afirma el informe de la Comisión.
Además, los 'Bacha baz'i también son utilizados por los talibanes como armas humanas y coaccionados para infiltrarse entre las fuerzas de seguridad del país y contribuir así a dirigir ataques. De este modo, un informe de Agence France Presse (AFP) advierte de que los talibanes han obligado a los jóvenes en múltiples ocasiones a a actuar como presas, con el objetivo de atraer a los soldados y a los policías que estaban bajo el control del estado de Afganistán.
De hecho, en 2015, el Directorado Nacional Afgano de Seguridad detuvo a un joven de tan solo 16 años que, tras ser presuntamente violado por un grupo de talibanes, intentó cometer un atentado suicida en la oficina central de la policía, en Bagrami, Kabul.
Meena Poudel, que encabeza el proyecto de lucha contra la trata en la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) afirma además que "los jóvenes secuestrados por los milicianos antigubernamentales solían sufrir abusos sexuales antes de que los emplearan como terroristas suicidas", ha explicado Poudel, quien recuerda que el hasta ahora Gobierno afgano ha reconocido que sus fuerzas de seguridad también son responsables de esta práctica.
Una práctica en aumento en el último año
A pesar de haber sido explícitamente prohibida en 2017 en la Ley Contra la Trata y el Contrabando, la figura de los 'Bacha bazi' ha experimentado un grave aumento durante el último año. Pero, ¿por qué persiste esta práctica de abuso? Según el AIHRC, esta propagación y expansión tiene varias causas, entre las que se encuentra la pobreza, la inseguridad, la existencia de grupos armados, la ausencia de un estado de derecho, la corrupción y el acceso limitado a la justicia.
"La pobreza juega un papel importante en la expansión de 'Bacha bazi'. La mayoría de las víctimas provienen de familias pobres que tratan de ganarse la vida al servicio de otras personas, que más tarde se dedican a abusos sexuales o de otro tipo. La mayoría de las familias no saben que sus hijos son violados. Los perpetradores se aprovechan de su pobreza y atraen a los niños con el dinero", asegura el informe.
Además, según el AIHRC, la presencia de grupos armados ha contribuido a la propagación de esta práctica, debido a que muchos de los abusadores de los menores se encuentran en contacto con estos grupos o forman parte de ellos.
El estudio apunta también al daño psicológico que causa esta práctica en los menores. "Las víctimas sufren de trauma psicológico y estrés y una especie de desconfianza, desesperanza y sentimiento pesimista les invade. 'Bacha bazi' resulta en el miedo entre los niños y en un sentimiento de venganza y hostilidad", concluye el informe.