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Baby X, un bebé criado sin género... Y sin ningún problema de identidad

Un corto de animación basado en un cuento de los 70 sobre un bebé criado sin género revoluciona la red.

Tenemos tan interiorizados los roles de género que ni siquiera nos los planteamos. Lo primero que nos preguntamos cuando nace un bebé es... ¿Será niño, o será niña? Y le miramos los genitales para contestarnos a nuestra propia pregunta, sin comprender que el ser niño o niña va realmente mucho más allá de los genitales. Aunque aquí, al igual que en 'El cuento de X', se mezclan dos cosas distintas: por un lado, los roles de género impuestos por la sociedad y, por otro, la identidad sexual que se nos asigna al nacer.

Pero, ¿qué pasaría si no nos preguntáramos si un bebé es niño o es niña? ¿Qué pasaría si decidiéramos llamarle X, y mantenerle al margen de todos los roles de género de la sociedad? Pijamas rosas, pelotas de fútbol, pantalones verdes y ropa interior de flores; porque no sería niño, y tampoco sería niña. Sería X.

X con sus padres
"X con sus padres"

Esto es lo que se planteó Lois Gould en el año 1972, justo cuando decidió publicar en la revista Ms un breve cuento sobre la historia de X, un bebé que fue criado sin que los roles de género intermediaran. X no tiene género asociado a su identidad sexual y, por tanto, nadie sabe cuáles son sus genitales. Nadie sabe si tiene pene, o si tiene vagina; y da lo mismo porque, tal y como explican al final del propio cuento, eso se sabrá justo cuando deba saberse. Es decir, cuando X vaya a usar su sexo. Y no tiene por qué conocerlo todo el mundo, basta con que lo conozca quien X quiera.

Si este planteamiento de por sí puede llegar a resultarnos chocante a día de hoy, imaginad hace más de cuarenta años. Ahora hemos estudiado bastante más los roles de género, y aunque aún hay quien cree que el binarismo no es ninguna imposición social, ya hay también muchas corrientes filosóficas alternativas que hablan de un espectro de género mucho más amplio. No existen única y exclusivamente dos géneros, sino que hay una gran cantidad de géneros diferentes. También hay teorías que hablan de la inexistencia de los géneros en sí, pero entrar en ese debate requeriría mucho más espacio del que tenemos, así que volvamos a la historia de X.

X, una persona feliz

En el vídeo que os acabamos de mostrar, podréis ver la historia completa de X en versión corto animado. Dura algo más de diez minutos, pero es tan entretenido que se pasan como si fueran tan solo un suspiro. Todo comienza como un experimento científico, donde el bebé X es criado como un bebé, sin más; sus padres no se ciñen por los roles de género, y no se limitan a ponerle ropa rosa o ropa azul, sino que optan por mezclar un poco de todo. Se puede ir viendo como desde el primer momento la sociedad comienza a ponerle pegas a eso de que X no sea ni un niño ni una niña. Cuando sus padres van a comprar ropa, lo primero que le preguntan es qué es X. Si analizamos detenidamente esta pregunta, podremos ver incluso lo molesto de ella; le están preguntando a sus padres por los genitales del bebé, creyendo que estos tienen algo que ver con los gustos que X tendrá posteriormente. Así es como realmente funcionan los roles de género.

Los padres se mantienen en sus trece, cumpliendo siempre con el manual que los científicos encargados del experimento le dieron. Tratan a X sin género; nada en su ropa, su peinado o su rostro puede llevar al espectador a averiguar si es niño o niña. Pero es que eso es lo importante del asunto: da igual lo que sea, no es necesario saber cuáles es el género de una persona para relacionarse con ella.

En el colegio comienzan los primeros problemas graves; y es que, aunque el resto de niños sí que aceptan a X, y comienzan a ver su forma de vivir como la más acertada, a los padres les resulta chocante. Ellos se han criado viendo los roles de género como lo natural, como lo aceptable, y les preocupa que sus hijas, por ejemplo, empiecen a hacer experimentos científicos, o que sus hijos comiencen a tejer.

'El cuento de X' esconde una moraleja preciosa, donde salen a la luz todos los prejuicios que aún a día de hoy tenemos escondidos sobre el género e, incluso, la homofobia. Tiene más de cuarenta años y, aún así, continúa siendo actual.

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