A finales de septiembre comenzaron a darse a conocer las primeras informaciones sobre la terrible realidad de las personas LGTBI en Azerbaiyán. Activistas denunciaron las detenciones indiscriminadas que la policía estaba llevando a cabo en Baku, capital del país azerí. Durante estas redadas, se detuvieron a más de un centenar de hombres gays y de personas transexuales para posteriormente ser torturados.
Tras el escándalo, el gobierno y las autoridades policiales acabaron admitiendo que se habían llevado a cabo algunas detenciones por las denuncias de algunos ciudadanos que aseguraban que había personas "de orientación sexual no tradicional" prostituyéndose regularmente un barrio de la capital. Los activistas del país, sin embargo, denunciaron que se trata única y exclusivamente de una persecución contra el colectivo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales, lo que se confirman varios de los detenidos después de haber sido puestos en libertad.
Según un informe de Human Righrs Wats, los detenidos comenzaron a ser liberados el pasado 2 de octubre por la noche, aunque la mayoría fueron puestos en libertad al día siguiente. El gobierno mantiene su versión asegurando que las detenciones se efectuaron según la legalidad del país para llevar ante la justicia a "aquellos que quebrantaron el orden público" y para "prevenir la propagación de enfermedades contagiosas".
Graeme Reid, director de la sección LGTBI de Human Rights Watch ha desmontado la postura del gobierno asegurando que sus explicaciones son "tan falsas y peligrosas como los cargos que la policía utilizó para detener a las personas". Ha subrayado, además, que el deber del gobierno es proteger y empoderar a las minorías sexuales y no hundirlas y criminalizarlas.
Testimonios de los detenidos
Varios de los detenidos han dado testimonio a HRW sobre lo sucedido. "El 19 de septiembre un amigo recibió un WhatsApp de un chico gay al que no conocía de antes, que quería quedar con él para tener sexo. Cuando al final accedió a quedar en un lugar del centro de la ciudad, fue detenido inmediatamente por la policía", explica un joven.
Otro chico gay ha explicado que estaba con un amigo cuando "un grupo de policías vino hacia nosotros, nos metieron en un coche y nos llevaron a la comisaría. Soy un chico de aspecto femenino, supongo que por eso se me llevaron. Estuve detenido dos días durante los cuales tres policías me pegaron tan fuerte que perdí la conciencia". Una mujer trans también ha detallado las torturas a las que fue sometida:
Fui brutalmente apaleada en la comisaría. Casi todo mi cuerpo está lleno de heridas. Me raparon la cabeza, me insultaron y me amenazaron
Organizaciones LGTBI han advertido que las autoridades se han creado perfiles falsos en redes sociales para detenerles. Otros testimonios de detenidos aseguran que si no ofrecían información sobre amigos y conocidos gays, les pegaban y llamaban a sus familias para sacarles del armario.