El trabajo en la aviación, como cualquier otro, tiene una faceta interna y unos entresijos que probablemente desconocemos. No es el caso de los asistentes aéreos, que pasan su jornada laboral y gran parte de su vida a bordo de un avión. Por ello, la azafata Jamila Hardwick se ha propuesto desvelar para Business Insider algunos de los secretos que esconde el trabajo de asistente de vuelo y que hasta ahora se desconocían.
La trabajadora ha empezado desvelando un consejo muy importante: Nunca pedir té o café a bordo de un avión: "Lo que pasa con el café y el té es que las tuberías rara vez se limpian", descifró. Por eso, según afirma, nunca verás a una azafata bebiendo agua caliente en el avión. Tampoco café ni té natural.
Pero, según explica, la higiene también escasea en ciertas partes del avión, como la bandeja, repleta de gérmenes; o las fundas que recubren el asiento y las almohadas. "Trae el tuyo. Estos se lavan, pero no estamos tan seguros de lo bien que se lavan. Lo mismo para la almohada. Quitarán el forro de la almohada y le darán una nueva, pero aún tiene la almohada allí que está sucia", asegura.
Pero no es la única bebida a evitar en un viaje aéreo, sino que hay una que es mejor evitar la Coca-Cola light. En este caso, sin embargo, no es una cuestión de falta de higiene, sino que se trata de la gran demanda con la que cuenta este producto. Y es que debido a que este refresco se agota con mucha más rapidez que los demás, el proceso de reponer las latas que faltan puede hacer que tu bebida llegue mucho más tarde que la Fanta que se ha pedido el pasajero de al lado.
"No nos pagan hasta que se cierran las puertas de embarque"
Dejando a un lado el cátering del avión, Hardwick ha hablado también sobre los servicios que se deben (y los que no) pedir a las azafatas durante un vuelo. Por ejemplo, si solicitas ayuda a una azafata para guardar el equipaje en los compartimentos, seguramente acepte; pero debes saber que ese servicio no se incluye en sus horas de trabajo: "No nos pagan hasta que la puerta de embarque esté cerrada. Si nos lastimamos al poner esa bolsa en el compartimento superior, no podemos tratarla como accidente laboral", ha contado la azafata.
Las declaraciones de Hardwick han despertado ya todo tipo de reacciones, y hay quien duda de la falta de higiene que dice haber en algunas partes de los aviones. Sin embargo, un estudio desarrollado por Diet Detective y Hunter College recogió una serie de muestras de bebidas ofrecidas en varios aviones.
Los resultados demostraron que las muestras analizadas contenían bacterias coliformes y algunas tan peligrosas como la E. Coli, que puede llegar a provocar síntomas como naúseas, vómitos, diarrea, dolores de cabeza o, incluso, calambres estomacales.
