El Gobierno de la Comunidad de Madrid, presidido por Isabel Díaz Ayuso, ha renunciado a recaudar más de 700 millones de euros anuales mediante rebajas de impuestos que ha ido aprobando progresivamente desde que se alzó con un gobierno en solitario en las pasadas elecciones del 4 de mayo de 2021.
Estos recortes impositivos se han realizado de manera paralela a una crisis en la sanidad madrileña, que ahora deriva en un plan de reaperturas de urgencias extrahospitalarias que ha concentrado las quejas de los profesionales y vecinos de la región.
Mientras esto sucede, la Comunidad de Madrid se escuda en la teoría de la curva de Laffer, que sostiene la recaudación de las administraciones aumenta con menor carga impositiva, puesto que crea una mayor actividad económica y aumenta el número de contribuyentes. Una teoría que ha sido rebatida en numerosas ocasiones y que ha sido puesta en duda, por última vez, con la dimisión de la primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, después del descalabro económico sufrido por su plan fiscal.
Guiños al electorado
Las rebajas fiscales que está realizando el Partido Popular, de medio punto para todos los tramos autonómicos del IRPF valoradas en 330 millones, favorecen especialmente a las rentas altas de la región. El Gobierno madrileño está realizando múltiples gestos de valor simbólico dirigidos hacia su electorado, en un año en el que se está dirigiendo la política hacia la carrera electoral y donde el PP busca la mayoría absoluta para no depender de ningún socio parlamentario, después de una primera legislatura con un gobierno de coalición con Cs sostenido en la Asamblea por VOX y, después, otro en solitario también sostenido por VOX.
Ayuso ha realizado estas rebajas fiscales en sus impuestos propios que, en realidad, no suponen una carga real para los ciudadanos. Se trata de guiños simbólicos que apenas representan un 0,02% de la recaudación. A estas decisiones se unen otras como el fomento de la natalidad, con 34,7 millones; ampliación del impuesto de Sucesiones en un 25%; aumento en Donaciones para hermanos y tíos y sobrinos en 48,3 millones de euros; deflactación del IRPF en casi 200 millones de euros y las seis bonificaciones mencionadas.