El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso pidió la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME) horas después de que diera comienzo la nevada que colapsó Madrid y cientos de personas quedaran colapsadas en las carreteras de la región.
La primera solicitud llegó a la Dirección General de Protección Civil y Emergencias (DGPCE), dependiente del Ministerio del interior, para que la UME actual en las tareas de rescate de la A4, A5 y M-40, que se produjo el viernes 8 de enero a las 22:38, según publica el diario El País.
Poco antes, según la Delegación del Gobierno, que se había mostrado sorprendida por la lentitud de la respuesta del Gobierno regional había retirado su ayuda a la Agencia de Seguridad y Emergencias de la Comunidad de Madrid (ASEM112). La UME, a las 23:42, ya estaba en marcha desde su base de Torrejón de Ardoz. El Gobierno de la Comunidad de Madrid sostiene que reaccionó antes y mandó un correo a las 22:00 de esa noche para pedir ayuda a la UME.
Con este panorama, el caos hizo mella en la región. Mientras que Castilla-La Mancha y Castilla y León fueron más previsoras, sin un número destacable de personas atrapadas en su territorio; en Madrid llegaron a contabilizarse hasta 1.500 atrapados. Ayuso no vio problema en ello: "En una población de casi siete millones, bueno... pues tampoco es mucho, ¿no?", restó importancia la presidenta.
Aquel día, el Gobierno de Ayuso volvió a solicitar una segunda intervención de la UME, para el transporte sanitario urgente mediante ambulancias todoterreno. El Ejército se movilizó a lo largo de la semana pasada en más ocasiones, también para dar soporte logístico en los centros de distribución de medicamentos.
Situación muy diferente en otros territorios afectados
A priori se podría pensar que la situación fue similar en otras comunidades igualmente afectadas por el temporal como Castilla-La Mancha, pero lo cierto es que la gestión completamente diferente ha evidenciado que Madrid podría haber hecho las cosas de manera muy distinta.
En Castilla-La Mancha, por ejemplo, no fue necesario ni un solo rescate en carretera. En Castilla y León, de la misma manera, tampoco fue necesario auxiliar a ninguna persona atrapada entre la nieve. En este último territorio, la comunidad autonóma más extensa de España, tan solo se dio algún caso puntual en carreteras secundarias que se resolvió rápidamente con máquinas quitanieves.
Me manda un amigo estas dos fotos donde se ve ve la gestión del Gobierno de Castilla la Mancha y la gestión de la Comunidad de Madrid.???? pic.twitter.com/vjClBAK4DG
— Javier Guardiola /? (@guardiola_92) January 12, 2021
Isabel Díaz Ayuso, mientras tanto, defiende su gestión argumentando que sobrepasó sus previsiones. Algo que sorprende, porque la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) estableció avisos rojos para Madrid, Henares y el sur de la región por nevadas desde el 7 de enero. De hecho, el DGPCE ya alertó el martes 5 de enero a las 12:49 a los directores de Protección Civil que estuvieran pendientes de los partes de la AEMET ante el alto riesgo que se avecinaba.
Mientras Madrid no hacía prácticamente nada, Castilla-La Mancha activó el jueves su máximo nivel, el número 2, del Plan Específico ante el Riesgo por Fenómenos Meteorológicos Adversos. Ante la previsión de fuertes nevadas, el presidente Emiliano García Page desplegó el Primer Batallón de Intervención de Emergencias de la UME en Albacete. Irónicamente, ese batallón guarda base en Torrejón de Ardoz, Comunidad de Madrid.
Por su parte, el Gobierno de Ayuso esperó hasta el viernes a última hora para activar el nivel 2 del Plan de Inclemencias Invernales por el temporal de frío y nieve. Con ello, tomó "el mando del dispositivo en toda la región, a excepción de la capital, donde el Ayuntamiento dirigirá las operaciones con el apoyo y seguimiento de la Comunidad de Madrid", según rezaba entonces el comunicado.
