"No permitas que la verdad te estropee un buen titular". Esta frase parece haberse convertido en la máxima de Isabel Díaz Ayuso, acostumbrada a lanzar declaraciones que generan polémica a sabiendas que con ello puede acaparar la atención mediática. Y en pleno debate de la ley de amnistía, la presidenta de la Comunidad de Madrid sabe a quién apuntar con sus dardos.
Porque si "Madrid es España dentro de España", ella se erige como gran defensora de la patria señalando a los independentistas y, con ello, al Gobierno de Pedro Sánchez por haber pactado con ellos. ¿Y cómo lo hace? Denunciando que "la ley electoral permite a los independentistas destruir España". ¿Tiene razón? Ninguna, pero ahí queda el titular.
A Ayuso no le hace tener razón ni decir la verdad, porque sabe que, al final, algo queda. Así lo ha hecho en su entrevista con El Mundo que ha sido replicado desde las redes sociales del PP de la Comunidad de Madrid. Su formación es consciente de que extrayendo esta declaración es suficiente para pintar a sus oponentes políticos de la 'anti-España'.
Pese al peligro que suponen perfiles como el de Ayuso, lo cierto es que su discurso resulta fácilmente desmontable. La lideresa es de discursos simples, lo que permite refutarlos, pero a la contra llegan directos a una ciudadanía que los asume incontestablemente haciendo que aquellos que prefieren la verdad a la confrontación acaben agotados.
La Ley electoral permite a los independentistas destruir España desde dentro. @IdiazAyuso en @elmundoes https://t.co/xF1RmEP04Q
— PP Comunidad de Madrid (@ppmadrid) January 21, 2024
"España no puede seguir por más tiempo entregada a minorías que destruyen España desde dentro", defiende Ayuso en la citada entrevista, donde aboga por cambiar la ley. ¿Quiere cambiarla? No, porque sabe que a su partido le favorece, pero con ello ya señala a unos culpables.
Entrando en materia, ERC, Junts, EH Bildu, PNV, Coalición Canaria y el BNG, todos ellos partidos independentistas o nacionalistas, obtuvieron en las pasadas elecciones del 23 de julio un 7% del total de los votos. Esto se tradujo en 27 escaños entre las seis formaciones, lo que supone un 7,7% del Congreso. Es decir, gracias a la ley electoral obtienen menos de un punto más de representatividad.
En el otro lado tenemos al PP, que en esta cita electoral se quedó con un 33,1% de los votos, lo que les otorgó 137 escaños ocupando un 38,8% de la Cámara. Es decir, los populares fueron los más beneficiados con una desviación al alza de 5,7 puntos.
Respecto al PSOE, el 31,7% de los votos que obtuvieron se materializaron en 121 diputados que conforman el 35% del hemiciclo, ganando, por tanto, poco más de tres puntos de representatividad gracias a la ley electoral.
Si hablamos de grandes perjudicados, estos VOX y Sumar. El partido de extrema derecha consiguió el 12,4% d los votos pero solo consiguieron quedarse con 33 escaños, que representan el 9,4% teniendo, por tanto, una diferencia de tres puntos a la baja. Por su parte, los de Yolanda Díaz congregaron el 12,3% del voto que los dejó con 31 escaños que suponen un 8,9%, siendo la diferencia de 3,5 puntos menos.
¿Y si no estuviera la Ley Ley D'Hondt?
Sin la Ley D'Hondt que rige nuestro sistema electoral, el PP, con sus más de ocho millones de votos, obtendría con circunscripción única 120 escaños. Diecisiete menos que los que obtuvo el 23J. Por su parte, el PSOE, con unas decenas de miles de votos menos, hubiera obtenido 115 diputados, seis escaños menos. Por otro lado, tanto VOX como Sumar habrían obtenido 45 diputados. El partido de Santiago Abascal tendría doce diputados más, mientras que el de Yolanda Díaz, catorce escaños más.
¿Seguro que Ayuso quiere cambiar la ley electoral?
