El Gobierno de la Comunidad de Madrid prevé incrementar en un 24% el gasto destinado a las empresas concesionarias con el sistema público de sanidad en la región en 2024, que supone aumentar 1.209 millones de euros estos contratos.
El Ejecutivo de Díaz Ayuso está recurriendo a la sanidad privada para reducir las listas de espera en la región, precisamente cuando el hospital Enfermera Isabel Zendal, que fue abierto con motivo de la pandemia del coronavirus, se encuentra completamente vacío.
Estas instalaciones han encadenado diversos usos a lo largo de los últimos tres años, entre ellos, vacunaciones, centralitas de teléfonos de emergencias o atención a refugiados procedentes de Ucrania, sin embargo, no se ha establecido una clara función a largo plazo. Finalmente, la Comunidad de Madrid tiene como objetivo, en 2025, que sirva como un centro de neurorrehabilitación funcional para niños, jóvenes y adultos con daño cerebral y medular.
Sanidad privada
El recurso de la atención privada para los pacientes de la sanidad pública en la región está siendo utilizada como una red para reducir las listas de espera en Madrid. Para ello, se emplea el sistema de libre elección, que permite a los pacientes elegir el hospital en el que van a ser atendidos cuando presentan una patología.
Por este motivo, muchos centros con concierto adscrito con la Administración están cerrando intervenciones que suponen un menor tiempo de espera para los pacientes.La Comunidad de Madrid, sin embargo, está incurriendo en un mayor gasto: ha crecido un 26% entre 2011, cuando abonó 327,1 millones de euros y 2017, el último año, cuando aumentó en 413,5 millones, según publica el diario El País.
Rebaja fiscal
Estos hechos ocurren en el contexto de una rebaja fiscal que ha llevado a las arcas públicas regionales a prescindir de 153 millones de euros, una cifra que hubiera supuesto contratar a 4.000 sanitarios en el sistema público sanitario.
La Comunidad de Madrid tan solo cuenta con 0,68 profesionales de medicina y 0,51 enfermeras de Atención Primaria por cada 1.000 habitantes. Los sanitarios han criticado la existencia de un déficit de personal en el sistema que les impide cubrir las bajas de sus compañeros y garantizar que los centros abran con facultativo, como sucede con las Urgencias extrahospitalarias, donde muchas guardias funcionan sin médico. Además, se les limita al mínimo el tiempo disponible para atender a cada paciente.
Los sanitarios también explican que este dinero se podría haber empleado para abrir más quirófanos en el sistema sanitario público o realizar más pruebas diagnósticas, que hubiera permitido reducir de forma importante las listas de espera.