El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha ejecutado el despido de 6.000 profesionales sanitarios mientras que argumenta que no hay una reducción de las listas de espera en los hospitales de la Comunidad de Madrid ni un refuerzo en las plantillas ante el deterioro del servicio porque "no hay médicos para contratar".
La orden del Gobierno regional supone prescindir de médicos, enfermeros, auxiliares, celadores o técnicos de laboratorio que en marzo de 2020 firmaron los denominados 'contratos COVID' con la Comunidad de Madrid para hacer frente a la oleada de pacientes por la pandemia que en Madrid colapsó todos los niveles del sistema sanitario.
La mayoría de los afectados son sanitarios que llevaban encadenando durante años contratos temporales de carácter precario en el Servicio Madrileño de Salud. No contaban como personal estructural, por lo que no entraban en la estadística oficial de personal de la sanidad madrileña, pero ayudaban a sacar adelante mucho trabajo diario para agilizar las listas de espera.
Algunos de ellos regresarán a esos puestos temporales que abandonaron durante dos años: guardias, contratos de tres días o sustituciones. Otros, por su parte, irán al paro. La Consejería de Sanidad ha decidido quedarse con 5.000 profesionales de los algo más de 11.000 contratos Covid, de los cuales 170 se integrarán en la nueva Unidad de Rehabilitación Funcional en el Hospital de Emergencias Enfermera Isabel Zendal, que ha costado 150 millones de euros, el triple de los presupuestado inicialmente.
Los despidos se programaron para finales de diciembre, pero los contratos finalmente fueron renovados hasta marzo debido a la sexta ola, que volvió a colapsar la Atención Primaria y tensión la atención en los hospitales. Ahora, los despidos ya son inminentes pese a las protestas, mientras que las listas de espera no dejan de aumentar en los últimos meses y que Ayuso está ofreciendo a los refugiados de Ucrania 1.500 camas de la red de hospitales públicos así como la tarjeta sanitaria inmediata, sin embargo, no se incrementará la red sanitaria.
Ante la precarización de la Sanidad madrileña, el colectivo médico demanda inmediatamente una mayor inversión económica, especialmente en la Atención Primaria, destinada especialmente al aumento de plantillas para la creación de plazas de facultativo, necesarias para que desarrollen todas sus competencias y para cubrir las ausencias ordinarias y extraordinarias.
De hecho, la Atención Primaria se encuentra cada vez más preconizada. La atención sanitaria tampoco es mejor, donde las listas de espera no han dejado de aumentar en los últimos dos años. La tensión de la pandemia sigue extendiéndose y la falta de personal hace que las listas de espera sigan dilatadas.
Cierre de la atención urgente ambulatoria
Todos estos hechos coinciden con el segundo aniversario del cierre de los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP), que fueron clausurados con motivo de la pandemia y que no han vuelto a abrir desde entonces. De hecho, es bastante probable que su clausura ya sea permanente.
El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, explicó en un pleno en la Asamblea de Madrid que la intención es "repensar" esos centros, 37 en toda la región, que en 2019 atendieron a 753.678 pacientes, un 1,70% más que en el ejercicio anterior. Su horario comprendía desde las 20:30 horas, en el cierre de los ambulatorios, hasta las 08:30 horas de la mañana del día siguiente.
El personal de estos centros está actualmente destinado en los grandes vacunódromos de la región, instalados en el Wizink Center y en el Wanda Metropolitano, sin que sea intención del Gobierno regional contratar a más personal ni que vuelvan a sus puestos anteriores.
Impuestos bajos y rebajas
Mientras que la inversión en Sanidad sigue siendo menor que otras comunidades, como denuncian los sindicatos presentes en la mesa sectorial, lo cierto es que la Comunidad de Madrid ha aprobado un presunto que recorta en 178 millones de euros la inversión en Sanidad respecto a lo ejecutado en 2019, año previo a la pandemia.
Esto sucede mientras que el Gobierno de Ayuso rebaja impuestos que benefician principalmente a las rentas más altas de la región, lo que ha provocado que la Comunidad de Madrid haya dejado de recaudar 334 millones de euros anuales.