Con la opinión pública mirando hacia la crisis del coronavirus y la presidenta madrileña apelando a la supuesta 'madrileñofobia', Isabel Díaz Ayuso ha aprovechado para continuar con su plan de privatización sanitaria: ha cedido a una empresa la limpieza del Gregorio Marañón y ha renovado la privatización de seis hospitales de la región.
El caso del Gregorio Marañón ha provocado la movilización diaria de sus sanitarios. Llueve sobre mojado, puesto que era el único hospital público que todavía controlaba su limpieza y este servicio se había ido deteriorando básicamente porque había sido asfixiado desde el Gobierno regional. Desde 2019, los trabajadores han denunciado que faltaban medios, en concreto reponer 54 puestos de trabajo que la Consejería de Sanidad había destruido deliberadamente. Una decisión que ahora encuentra respuesta.
Los sanitarios, sin embargo, muestran sus mayores temores. Ven en este proceso de despiece de todo lo público una forma de trocear la tarta de los servicios del hospital con el objetivo de desmantelar el servicio público y dejarlo en manos privadas.
De hecho, el pasado 3 de junio se licitó la limpieza del Gregorio Marañón sin conocimiento de sus profesionales. Tuvieron que leer la convocatoria del contrato en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid de manera sorpresiva.
Los profesionales de este hospital han solicitado la dimisión inmediata del gerente, de la directora de Gestión y Servicios Generales, Carmen Oñate, además del director de Recursos Humanos, José M. Blanco, a los que acusan de "mentiras, deslealtad manifiesta a lo público y colaborar con alevosía para favorecer la privatización de la limpieza del hospital", según ha denunciado CCOO en una nota de prensa.
Seis hospitales más
La privatización de la limpieza en el Gregorio Marañón se encuentra en el lote número 7 de la convocatoria del contrato de Limpieza integral de los Centros de Atención Especializada adscritos al Servicio Madrileño de Salud.
Pero hay más contratos suculentos, seis lotes más. Se corresponden con el Hospital Ramón y Cajal, el Infantil Niño Jesús, el de La Princesa, el Príncipe de Asturias, el de Getafe y el de El Escorial.
En este caso, los contratos publicitados son renovaciones, muchas de ellas derivadas del año 2013, cuando el Gobierno de Ignacio González (hoy investigado en Lezo) privatizó de golpe la limpieza de 17 hospitales públicos en Madrid.
Los profesionales sanitarios denuncian que la Comunidad de Madrid está aprovechando la coyuntura para colar de golpe todo tipo de privatizaciones, algo que el Ejecutivo camufla con el nombre de 'colaboración público-privada', una colaboración basada en desmantelar el sistema público para ir cediéndolo a manos privadas.