La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, lleva dos meses alojada en un apartahotel de lujo perteneciente a la cadena Room Mate valorado en 6.000 euros mensuales. Aunque en realidad disfruta de dos en el mismo complejo: uno en el que trabaja y otro en el que duerme. Se encuentra en pleno centro de Madrid, con vistas privilegiadas al Palacio Real y la Casa de Campo a las que puede disfrutar desde dos terrazas.
La presidenta se trasladó a este apartahotel cuando dio positivo por coronavirus, aunque hace más de un mes que superó la enfermedad y no ha vuelto a la vivienda de alquiler de 50 metros, donde residía desde antes de ser presidenta, en el barrio de Malasaña. La presidenta asegura que se mantendrá así, al menos, hasta que la región se encuentre en la fase 2.
El apartahotel es propiedad de un conocido empresario hotelero, Kike Sarasola, que tiene más establecimientos en la capital. Tanto Ayuso como la Comunidad de Madrid niegan que se esté cargando el dinero a las arcas públicas, Ignacio Aguado asegura directamente que no paga nada, mientras que la propia presidenta no confirma si se está pagando el alojamiento de su bolsillo o si se trata de un regalo, publica El Diario.
El Área de Delitos Económicos de la Fiscalía Provincial de Madrid pide cuatro años de prisión para el propio Kike Sarasola, así como a su hermano Fernando y la madre de ambos, Cecilia, por un delito contra la Hacienda Pública por la actividad de varias sociedades opacas que puso en marcha Enrique Sarasola (el padre).
Las cuotas supuestamente defraudadas a la Hacienda Pública ascienden a 916.452,10 euros en el Impuesto de Sucesiones por cada uno de los hijos del fallecido. Por su parte, la cuota defraudada a la Hacienda Pública por la madre en el IRPF, Cecilia Marulanda, ascendería a 2.379.758,53 euros.
Precisamente, el impuesto de sucesiones es uno de los mantras con los que el Partido Popular combate en la región, donde intentan eliminarlo e incluso bonificarlo en contra del resto de comunidades autónomas. Este tipo de políticas han llevado a que el resto de regiones acusen a Madrid de ejercer un 'dumping fiscal'.
Un ático de lujo
El lugar en el que se aloja Ayuso no era conocido y únicamente se había podido visualizar en las videoconferencias que ha realizado durante los últimos días. Entre otros aspectos, se puede comprobar cómo ha colocado su fotografía del Rey Felipe y una bandera de España de proporciones considerables, dos elementos con el que intenta fortalecer un papel institucional.
La presidenta ha establecido allí un despacho, a pesar de que hace vida normal (en la medida de lo posible) desde que dio negativo en el test: la mayoría de las gestiones ya las realiza desde su despacho en la Puerta del Sol y se desplaza para realizar entrevistas y reuniones; pese a lo que no ha vuelto a su piso de 50 metros alquilado en el barrio de Malasaña.
La revista Vanity Fair ha sido quien ha sacado a la luz el alojamiento en el que se encuentra: un apartahotel de lujo, situado en uno de los barrios más caros del centro, con un dormitorio con baño propio y vestridor, amplio salón comedor con la cocina integrada y vistas totalmente amuebladas, con dos terrazas, que miran hacia el Palacio Real, la Casa de Campo y el Parque Oeste.