La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se ha mostrado en contra del baremo de 500 casos por cada 100.000 habitantes que le pide el Ministerio de Sanidad para confinar la región en plena segunda ola.
Según este baremo, toda la ciudad de Madrid quedaría con las restricciones segregadas del Gobierno regional, al igual que gran parte de la corona metropolitana que rodea a la capital. Por el momento no sucede... porque la Comunidad de Madrid utiliza un baremo que cuadriplica la media nacional (lo ha situado en 1.000 casos), en un país convertido en el epicentro del coronavirus en Europa.
A pesar de que Isabel Díaz Ayuso ha iniciado un pulso con el Gobierno al retarle a aplicar ese baremo de 500 casos por cada 100.000 habitantes en toda España (después de pedir trato especial para Madrid señalando su concentraciones de habitantes), lo cierto es que otros gobiernos autonómicos actuaron mucho antes.
Uno de esos ejemplos se encuentra en Cataluña. Allí, la Generalitat se vio obligada a confinar la comarca de El Segrià (Lleida), en un brote que en ningún casos superó una incidencia acumulada de 469,1 caoss positivos por cada 100.000 habitantes. El coordinador de la Unidad de Seguimiento del Covid-19 en Cataluña. Jacobo Mendioroz, ya había ordenado el confinamiento perimetral y luego domiciliario cuando la tasa era de 200 casos.
El Segrià no fue una excepción. En L'Hospitalet, por ejemplo, se actuó con medidas de restricciones cuando la tasa de contagios se situaba en 203,6 casos por cada 100.000 habitantes. En Cornellà, además, se elevó la voz de alarma cuando en solo quince días se pasó de una incidencia de 40 a 120 casos.
En Barcelona capital, la Generalitat actuó mucho más rápido argumentando la excesiva concentración de personas. Por ello, se ampliaron inmediatamente las restricciones cuando se superaron los 50 casos por cada 100.000 habitantes.
¿Qué sucede después de un verano adoptando este tipo de restricciones mientras Madrid no hacía nada? Que Cataluña puede seguir con la economía abierta porque es una de las comunidades autónomas con menor incidencia de coronavirus con 150,46 casos frente a los 721 de Madrid. Y una tasa de positividad en PCR del 8% frente al 22% de Madrid. Cuanto más bajo sea este dato, mejor, puesto que implica que los sistemas de rastreo están yendo por delante del avance del virus.
Misma rapidez en Galicia, Aragón o Baleares
Galicia no se ha mantenido al margen. En esta comunidad autónoma se registra actualmente una incidencia acumulada de 116,61 casos por cada 100.000 habitantes, con una positividad en PCR del 6& en la actualidad.
Destaca la rapidez en la que la Xunta de Galicia actuó en el brote registrado en A Mariña, donde se adoptaron restricciones de accesos en una zona en la que nunca se superó una incidencia acumulada de 317 casos por cada 100.000 habitantes.
En Zaragoza, el barrio de Delicias tuvo restricciones cuando registró la mayor parte de los casos que se estaban diagnosticando en Zaragoza. Las medidas se adoptaron el pasado 2 de agosto cuando la barriada tenía 389,66 casos por 100.000 habitantes.
En Palma de Mallorca, situada como el ejemplo a seguir para el confinamiento de Madrid capital, se adoptaron medidas de confinamiento cuando la incidencia acumulada era de 294,57 casos por casoa 100.000 habitantes... frente a los 1.000 que ahora ha escogido Madrid.
