La organización ultracatólica Hazte Oír lanzaba el 4 de marzo a las calles un nuevo autobús, esta vez ilustrado con una imagen de Adolf Hitler maquillado y luciendo el símbolo feminista en la gorra bajo el lema #StopFeminazis.
Como ya lo hiciera anteriormente con el autobús tránsofobo que contenía el mensaje "Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen"; la organización ha querido hacer gala también de su misoginia en un autobús publicitario que muestra mensajes como "no es violencia de género, es violencia doméstica" o "las leyes de género discriminan al hombre". Todo ello para pedir al Partido Popular, VOX y Ciudadanos que deroguen la ley de violencia de género, la ley de igualdad de género y las leyes LGTBI.
La retirada de la condición pública a Hazte Oír no ha impedido la puesta en marcha de este nuevo autobús, ya que perder la denominación le ha supuesto únicamente el fin de sus beneficios fiscales, pero no conlleva su prohibición ni la exclusión del registro de asociaciones, por lo que hasta el momento, el autobús no había encontrado grandes restricciones para publicitar sus mensajes de odio.
Medidas cautelares para su inmovilización
Sin embargo el Ayuntamiento de Barcelona ha interpuesto ahora dos denuncias contra la organización. La cuantía de la primera asciende a 1.125 euros por vulnerar la ordenanza del civismo en su apartado de atentados contra la dignidad de las personas.
La segunda denuncia supone para la asociación una multa de 60.000 euros por infringir la ordenanza municipal del Paisaje Urbano e incumplir, además, la regulación de la publicidad dinámica en Cataluña, una ley que prohíbe expresamente aquellos mensajes que atenten contra la dignidad de las personas, especialmente en lo que se refiere a la infancia, la juventud, la mujer y los sectores sociales más vulnerables.
Pero la organización ultracatólica no solo tendrá que hacer frente a la cuantiosa multa, sino que el Ayuntamiento ha adoptado además medidas cautelares para garantizar la inmovilización del autobús y evitar que siga paseando su misoginia por las calles de Barcelona.