Los empleados que pierdan su puesto de trabajo involuntariamente tienen derecho a acceder a una prestación contributiva por desempleo y percibirla durante dos años como máximo. El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) quiere de este modo mantener un colchón para aquellos trabajadores que encadenen un nuevo trabajo para atender contextos de vulnerabilidad.
El plazo de cobro de esta prestación se calcula en función del tiempo de ocupación cotizado por este concepto durante los seis años anteriores a la situación legal de desempleo o en el momento en que terminó la obligación de cotizar o, en el caso, desde el nacimiento del derecho a la prestación de desempleo anterior. Hay que recordar que los días de vacaciones pagadas y sin disfrutar se consideran períodos de ocupación cotizada.
Así se plantea el desempleo en 2025
La duda se alza sobre cuánto asciende la cuantía en 2025. Dependerá de lo que haya cotizado el trabajador durante los últimos seis meses en los que estuvo dado de alta. Se toma como referencia las bases de cotización a la Seguridad Social por contingencias profesionales y con ellas se hace una media de los últimos seis meses para obtener la 'base reguladora' de la prestación.
De este modo y durante 2025, durante los primeros seis meses, el importe diario que cobrará el trabajador en paro será del 70% de la base reguladora. Desde el séptimo mes y hasta concluir la prestación se reducirá hasta el 60% de dicha base.
Límites
En todo caso, independientemente de lo que haya cobrado el trabajador, también se fija una cantidad máxima con un límite. Se determina a partir del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM), creado en 2004 como índice de referencia para la concesión de ayudas y subsidios en función de los ingresos.
El aumento del IPREM también afecta a la prestación contributiva por desempleo. A pesar de que la cuantía depende de la base reguladora, las prestaciones tienen un importe limitado y las cuantías se definen por el IPREM. El mínimo está fijado en 560 euros mensuales y el máximo en 1.575 euros al mes, según el SEPE. Dichos límites, en todo caso, dependen de la situación familiar del desempleado.
En el caso de las cuantías máximas, en 2025 se fijan sin hijos en 1.225 euros, con un hijo en 1.400 euros y con dos más hijos en 1.575 euros. Por el contrario, el mínimo depende de personas sin hijos que serían 56 euros o con uno o más hijos, que se fijaría en 749 euros.
Al importe bruto de la prestación se le aplicarán dos tipos de deducciones: la cotización a la Seguridad Social (el 4,7 % de la base reguladora hasta el 31/12/2022 y el 4,82 % a partir del año 2024 con el aumento del 0,12 % por aplicación del Mecanismo de Equidad Intergeneracional-MEI), y la retención a cuenta del IRPF, solo cuando se considere. El abono de la aportación empresarial será efectuado por el SEPE en su totalidad.