El catalán Oscar Viñals ha diseñado un avión capaz de volar a una velocidad de 3.700 kilómetros por hora, que además tiene capacidad para despegar y aterrizar como si de un helicóptero se tratara. El avión, que ha recibido el nombre de Flash Falcon, reduciría los tiempos de viaje trasatlánticos, permitiendo a un pasajero viajar de Londres a Nueva York en apenas dos horas y media.
La idea es que el avión pueda transportar, en dos pisos, a 250 pasajeros en clase turista y en clase business, en unas cabinas amplias y cómodas.
La forma de este peculiar avión incluye una nariz en forma de aguja que tendría como objetivo eliminar el ruido. De la misma forma, las alas del avión podrían cambiar de ángulo, de forma que mejorase la aerodinámica y aumentase la velocidad.
Por otro lado, el aparato se alimentaría de la energía desprendida de un proceso de fusión nuclear, por lo que contaría con un motor supersónico basado en un reactor de fusión portátil. El motor podría inclinarse entre 10 y 20 grados para permitir que el avión pueda aterrizar o despegar verticalmente, de la misma forma que lo hace un helicóptero.
El motor, llamado star jet engine o motor estrella a reacción, podría estar hecho de materiales a la vez resistentes y ligeros. La idea es situarlo en la parte trasera de la aeronave, en un compartimento indestructible que protegiese a los pasajeros en caso de avería.
Por ahora el único avión supersónico que ha surcado los cielos, el Concorde, fue retirado del servicio por el gran aumento de costes que experimentaba y la gran caída en el número de pasajeros. Solo queda esperar para ver si los aviones supersónicos se convierten en una realidad consolidada.