Donald Trump sigue sin aceptar su derrota en las elecciones de Estados Unidos. En su último intento por impedir que Joe Biden ocupe la presidencia, el republicano ha optado por llamar personalmente al secretario de Estado de Georgia para presionarle y que manipule los resultados de los comicios de noviembre.
Georgia es un estado tradicionalmente conservador que en la cita electoral del pasado 3 de noviembre cambió de color otorgándole la victoria al demócrata. Tras el agónico recuento, Donald Trump se quedó con un 49,3% de los votos mientras que Joe Biden consiguió el 49,5%, por lo que se hizo con los 16 votos electorales que otorga el estado. Es el secretario de Estado el que debe certificar los resultados de las elecciones y quien los envía al Capitolio.
"Lo único que quiero es encontrar 11.780 votos, que es uno más de los que tenemos, porque ganamos en el estado", le dice Trump a Brad Raffensperger, secretario de eEstado de Georgia, en esa llamada filtrada por el diario The Washington Post. Sí, hablamos de un intento de manipulación electoral por parte de Trump, lo que ha provocado un terremoto político en Washington mientras que las redes sociales han bautizado al caso como el #Georgiagate en referencia al caso Watergate
En la llamada, Trump comienza halagando a Raffensperger, también al Partido Republicano, para, luego, rogarle que actúe y, ante su negativa, pasa a amenazarle con presentar cargos criminales en su contra, al mismo tiempo que le advierte que estaba corriendo un "gran riesgo" al no aceptar sus peticiones.
"La gente en Georgia está enfadada, la gente de este país está enfadada, y no hay nada malo en admitir que has hecho un nuevo cálculo", dice Trump a Raffensperger, quien le responde: "Señor presidente, con todos los respetos, los datos que usted tiene son equivocados".
Durante la hora que dura la llamada, Trump repite sus denuncias de fraude, que han sido desestimadas por los juzgados. Afirma varias veces que hay un elevado número de personas que no pudo votar porque otros lo habían hecho en su lugar antes de forma ilegal. "Hemos ganado estas elecciones", subraya en varias ocasiones. Pero Raffensperger le recuerdan en varias ocasiones que no hay pruebas válidas de ese supuesto fraude electoral. Pero Trump insiste en que no le parece creíble haber perdido en Georgia. "Mira el tamaño de mis mítines. Es imposible haber perdido ahí", argumenta.
Cabe destacar que Georgia certificó en diciembre los resultados electorales que muestran que Biden ganó las elecciones por 11.779 votos. Aun ganando en Georgia, Donald Trump necesitaría de otros estados para mantenerse en la Casa Blanca. El presidente ha denunciado fraude en todos los estados que ganó en 2016 pero perdió en 2020: aparte de Georgia, en Michigan, Pensilvania, Wisconsin y Arizona, todas ellas desestimadas por el Tribunal Supremo.
Estrategia republicana
Esta revelación se produce, además, mientras al menos 12 senadores y cien legisladores republicanos planean oponerse a la ratificación del triunfo del presidente electo, el demócrata Joe Biden, durante la sesión del Congreso del 6 de enero, el último paso en el proceso de certificación del resultado electoral y que dará vía libre a su investidura el 20 de enero.
Esa estrategia está abocada al fracaso y no logrará impedir que el Congreso confirme el triunfo de Biden, pero sí asegurará una votación sobre el triunfo del presidente electo y un largo debate, que podría extenderse hasta la madrugada del 7 de enero.