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Política

El periplo de Guillermo Zapata hasta que le ha absuelto la Audiencia Nacional

Parece que el caso de Guillermo Zapata por fin se cierra, con absolución incluida. Pero el concejal ha pasado por muchos contratiempos para conseguir demostrar su inocencia

El concejal de Ahora Madrid Guillermo Zapata ha sido absuelto por la Audiencia Nacional del delito  de humillación a las víctimas del terrorismo del que se le acusaba después de una larga batalla por demostrar su inocencia.

La defensa de Zapata se ha basado en que sus tuits deberían ser considerados como chistes de humor negro y desagradable para muchos, sí, pero humor al fin y al cabo. La asociación Dignidad y Justicia pedía para el edil una condena de un año y medio de cárcel por humillar a las víctimas del terrorismo. Finalmente, la Audiencia Nacional ha dado la razón a Zapata y ha determinado que los tuits no constituyen un delito penal.

El escándalo de los tuits

Zapata ha sido absuelto por sus tuits
"Zapata ha sido absuelto por sus tuits"

Guillermo Zapata escribió varios tuits ofensivos en 2011, cuando todavía no era concejal, con palabras como: "Han tenido que cerrar el cementerio de Alcásser para que Irene Villa no vaya a por repuestos", entre otros mensajes de humor negro sobre los judíos o las víctimas de ETA. Estos tuits fueron rescatados en junio de 2015, cuando iba a ser nombrado edil de Cultura en el gobierno de Manuela Carmena. Zapata pidió disculpas y afirmó que, siendo un personaje público, no debería haber publicado estos tuits, y recalcó que no pretendía ofender a nadie. La propia Irene Villa, víctima de un atentado en 1991 y sobre la que versaban algunos de los chistes, afirmó: "Nunca me han molestado, ni me molestarán, ningún tipo de gracia o chiste sobre mi persona. Es un problema sólo de las personas que puedan hacerlos". En cuanto al padre de Marta del Castillo, al que Zapata llamó para disculparse por otro tuit ofensivo, se mostró prudente y dijo: "Me conformo con que a Zapata se le llame la atención". Por último, Zapata también pidió perdón por sus tuits burlones sobre el Holocausto, por lo que el embajador de Israel no quiso pedir la dimisión del concejal. 

Pero hubo quien no fue tan comprensivo. Esperanza Aguirre escribió al respecto en Twitter: "Si @ManuelaCarmena no exige a Guillermo Zapata su inmediata dimisión será cómplice de sus barbaridades". El periodista Jaime Peñafiel fue más allá y acusó a la propia Irene Villa de haber dejado "con el culo al aire" a todos aquellos que la apoyaron y defendieron de los tuits de Zapata, lo que suscitó críticas en todos los sectores. 

Las consecuencias de la libertad de expresión

Uno de los tuits ofensivos, este contra Marta del Castillo
"Uno de los tuits ofensivos, este contra Marta del Castillo"

Finalmente Zapata renunció a su puesto como concejal de Cultura, pero mantuvo su trabajo como Concejal Presidente de los distritos Fuencarral-El Pardo y Villaverde, además de otras tareas dentro del Ayuntamiento de la capital. En cuanto a su dimisión de su reciente puesto como edil de Cultura, dijo que estaba motivada porque sus comentarios habían causado "gran dolor", no por expresar opiniones políticas. Respecto a por qué renunció únicamente del ámbito de cultura, afirmó que su trabajo en este sector podía verse afectado "de forma muy profunda" y por eso dio un paso atrás.

El edil volvió a pedir disculpas tras su dimisión y afirmó rotundamente: "No soy antisemita, rechazo todo tipo de violencia". 

La batalla con la Justicia

Irene Villa afirmó no sentirse humillada
"Irene Villa afirmó no sentirse humillada"

El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz fue el encargado de investigar el caso para determinar si los tuits de Zapata constituían un delito de humillación a victimas del terrorismo. En julio de 2015 acordó archivar la causa al entender que no existía tal delito, pero la Audiencia Nacional le obligó a reabrir el caso en octubre del mismo año, después de que la asociación Dignidad y Justicia recurriera la resolución. El resultado fue el mismo: Pedraz consideró que para que hubiera un delito de humillación tenía que existir "un dolor específico o ánimo directo de desprestigiar o rebajar la dignidad de las víctimas", y esto para él no se había dado en el caso Zapata.

Sin embargo, el informe del juez Pedraz no fue suficiente y la Audiencia Nacional ordenó juzgar a Zapata por los tuits. En febrero de 2016, la propia fiscalía propuso archivar la causa. El fiscal a cargo del caso, Vicente González Mota, afirmó que, a diferencia de otros casos de ofensa contra víctimas del terrorismo, en los tuits de Zapata no había indicios de mensajes laudatorios hacia ETA, y que además "la persona directamente mencionada no se ha sentido ofendida o humillada", refiriéndose a Irene Villa. 

Pero esto no fue suficiente para la Audiencia, que decidió continuar con el proceso. Pero ahora todo parece haber acabado. El edil declaró ante la Audiencia el pasado 7 de noviembre, tras lo cual se ha decidido absolverle después de considerar que sus tuits no constituyen un delito penal. 

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