Llega la Navidad y con ella juguetes nuevos para todos los niños que han sido buenos este año. Y, como siempre, para las niñas habrá casitas de muñecas y Barbies, y para los niños trenecitos y coches de juguete. Pero, ¿tiene que ser así? La marca de automóviles Audi cree que no.
En un original anuncio, Audi nos presenta unos grandes almacenes cuyos ocupantes, al más puro estilo 'Toy Story', cobran vida cuando se apagan las luces y se echa el cierre. En este momento los muñecos pueden dejar de posar y continúan con sus labores. A un lado del pasillo encontramos a las muñecas. Al otro, los coches. Es una clara separación entre niños y niñas.
Mientras las muñecas reanudan sus actividades (cuidar de su bebé, maquillarse, bailar ballet) una de ellas no puede. Se encuentra en un carruaje sin conductor, por lo que le resulta imposible moverse por sí misma. Entonces ve los coches al otro lado del pasillo y decide conducir uno de ellos. Por primera vez, la muñeca se siente libre.
Pero se encienden las luces, y a la muñeca no le da tiempo a volver a su sitio. Un niño la ve en el coche, y decide que no solo quiere el vehículo, sino también la muñeca. Y una poderosa frase pone la guinda del pastel: "Jugar, como conducir, no debería entender de género".
Razones para 'cambiar el juego'
La acogida al anuncio de Audi ha sido generalmente positiva, y los internautas se han sumado a la medida #CambiemosElJuego que ha lanzado la empresa automovilística. Las razones que da Audi para 'cambiar el juego' son, según el psicólogo José Luis Linaza Iglesias:
1. Porque los juguetes tienen un papel clave en el desarrollo de las habilidades, y estas deberían desarrollarse por igual en niños y niñas.
2 Porque los juguetes que elegimos pueden influir en los futuros intereses o vocaciones que desarrollamos desde pequeños.
3. Porque, en su primera infancia, los niños y las niñas están libres de estereotipos de género y el juego no debería propiciar la creación de los mismos.
4. Porque juguetes como los coches ayudan al desarrollo de la coordinación visio-motriz, la anticipación a los problemas y la originalidad en las respuestas, y las muñecas al desarrollo de las capacidades empáticas, las relaciones sociales y el lenguaje.
5. Porque de cambiar las reglas del juego depende que el día de mañana más mujeres se interesen por las ciencias, las matemáticas y las ingenierías. Y que los hombres se sientan más competentes en el desarrollo de tareas domésticas y de cuidado.
¿Nos acercamos al fin de los roles de género en los juguetes?
Pese a que campañas como esta nos hacen creer en un futuro sin estereotipos de género para los más pequeños, lo cierto es que sigue imperando una lógica de sexos en los juguetes. No hay más que ver los catálogos que inundan los buzones en estas fechas para darse cuenta de que los niños tienen profesiones como policía o astronauta y siempre juegan con juguetes azules, y que las niñas serán enfermeras o madres que juegan con juguetes rosas.
Aún así, empresas como Toy Planet intentan borrar estas rancias concepciones rompiendo con los estereotipos de género en sus catálogos, esforzándose porque los niños y niñas puedan jugar con lo que quieran, independientemente del color del plástico.
