El estadio Vicente Calderón, hogar de la familia atlética durante más de 50 años, vive su recta final, tras la emotiva despedida por parte de los colchoneros un ya lejano 21 de mayo de 2017 en el último partido oficial del club a orillas del Manzanares. Un año después, los aficionados que solicitaron el asiento en el que tantas tardes de fútbol han vivido podrán recogerlo en las oficinas del club del 2 al 25 de julio de manera gratuita.
Con la butaca, los atléticos se llevan parte de la magia del Calderón, una magia que solo pueden explicar aquellos fieles que acudían cada domingo. Aquellos que vieron triunfos históricos y derrotas dolorosas, que presenciaron campeonatos y descensos, que lloraron de tristeza y felicidad.
Ahora, los casi 22.000 asientos solicitados que acogieron esa vorágine de sentimientos que era el Vicente Calderón vuelven con sus dueños para mantener vivo el recuerdo. El club pondrá a la venta los 30.000 asientos restantes, con un precio de 49,95 euros para socios y 79,95 euros para no socios.
El derribo se pospone a 2019
A pesar del progresivo desmantelamiento que ha sufrido, el Calderón parece reacio a abandonarnos para siempre. Cuando todo hacía indicar que las obras de demolición comenzarían en 2018, el Atlético de Madrid todavía no ha pedido la licencia de derribo necesaria para que comience el proceso.
Por tanto, lo más probable es que el trabajo no dé comienzo hasta el período estival de 2019, estación en la que se llevarán a cabo las obras ya que coincide con una época de menor tráfico en la zona. Siempre y cuando, claro, la institución solicite de una vez por todas la licencia de demolición. Parece que el club, al igual que sus aficionados, se resiste a decir adiós para siempre a la que ha sido y seguirá siendo su casa.