Yasine Kanjaa, un marroquí de 25 años ha sembrado el pánico la noche del pasado jueves 25 de enero en la localidad de Algeciras, Cádiz. El atacante asaltó dos iglesias cerca de su vivienda, en las que asesinó a un sacristán, el de la iglesia de La Palma de Algeciras, e hirió a al sacerdote del templo de San Isidro. Dicho ataque se produjo con arma blanca, en concreto un machete de grandes dimensiones.
Podría tratarse de un lobo solitario, lo que confirmaría los fines yihadistas del ataque, aunque es algo que está pendiente de confirmarse, a expensas de lo que certifique la investigación que se está llevando a cabo por parte de la Policía Nacional. Kanjaa estaba pendiente de su deportación, la cual no se pudo producir al carecer de documentación.
El Ministerio del Interior mantiene prudencia por el momento acerca de la naturaleza del ataque, aunque por otro lado, la Audiencia Nacional, encargada de los asuntos terroristas en nuestro país, lo está investigando como presunto ataque terrorista. Mientras, la comunidad islámica del Campo de Gibraltar lo califica como "vil ataque terrorista".
El ataque
El primero de los ataques, proferido al salesiano Antonio Rodríguez, ocurrió en torno a las 19:20, mientras transcurría su misa. Antes de llegar a él, le propinó puñetazos a dos personas. Le asaltó con un machetazo en la parte trasera del cuello, pero dos personas que asistían a la eucaristía pudieron socorrerle para que fuera trasladado al hospital, donde se encuentra en un estado de gravedad pero estable.
La víctima mortal del atentado fue Diego Valencia, un sacristán al que atacó dos veces con el machete. La Policía Local lo encontró frente al edificio de la Escalinata, con una chilaba negra, rezando en árabe mientras gritaba 'Alá es grande', y pudo ser detenido sin oponer resistencia.
Según fuentes judiciales, se ha procedido al registro de la casa de Kanjaa. El juez Manuel García-Castellón, la Audiencia Nacional y la Fiscalía se encuentran a la espera de los detalles de la detención y de dicho registro.
