Los vecinos de Móstoles están en pie de guerra por sus muertos. Desde el mes de mayo, algunos habitantes de la población madrileña se vienen quejando de que el cementerio de la ciudad irradia unos malos olores que ahora, con el calor, se han vuelto más fuertes e intensos. El motivo radica en una explicación muy sencilla aunque muy poco ética, según informa El País.
La empresa encargada de la gestión del cementerio de Móstoles lleva desde febrero colocando los féretros exhumados en un contenedor de obra al aire libre apartado de la zona donde descansan los fallecidos que se encuentran allí pero dentro del terreno, según los trabajadores. Su ubicación fue descubierta por una vecina que se extrañó del fuerte olor que generaba una zona del terreno. Esta mujer denuncia el mal estado del centro en el que se pueden ver restos de material usado en entierros como flores en bolsas de basura. Según ella, la falta de mantenimiento del cementerio es alarmante.
La normativa dice que los cadáveres deben ser exhumados tras un período comprendido entre 2 y 5 años del enterramiento y únicamente cuando haya una solicitud firmada por una persona allegada al fallecido. Tras cumplir los requisitos necesarios, los ataúdes del cementerio de Móstoles son desenterrados, los restos exhumados y los huesos trasladados al osario mientras que los féretros son abandonados en un contenedor a la vista de cualquiera, según denuncian algunos vecinos.
La empresa encargada del cementerio se defiende
El Ayuntamiento de Móstoles ha recibido varias quejas sobre el mantenimiento del centro, situado a las afueras de la ciudad. En algunos casos, los vecinos afirman que el gobierno municipal del PSOE les dio largas diciendo que hablarían con la gestoría encargada del centro sin obtener más noticias. Mármoles Granero, la empresa encargada de la gestión del cementerio, se defiende. En declaraciones a El País, aseguran que "cada vez que alguien pone una reclamación en el Ayuntamiento, llega a la empresa y se atienden las peticiones".
"El contenedor está apartado y escondido", afirman, y continúan: "No hay restos orgánicos, cumplimos el reglamento de sanidad mortuoria de la Comunidad". Según algunos trabajadores del cementerio, los ataúdes abandonados se recogen a los pocos días por parte de la empresa encargada de esta labor. A pesar de ello, según un informe del propio Consistorio mostoleño efectuado hace poco más de un mes, los restos de exhumaciones deben ser depositados fuera del centro. De hecho, los servicios sanitarios del Ayuntamiento han pedido a Mármoles Granero que traslade los féretros usados a otro punto cumpliendo la norma.