El mundo entero vive uno de los veranos más negros de los últimos años. El último de estos episodios se ha producido en el centro de Londres, donde un chico de 19 años atacó con un cuchillo a los viandantes durante la noche de este miércoles, alrededor de las 22:30 horas. El agresor se cobró la vida de una mujer e hirió a cinco personas más.
El incidente se produjo en Russell Square, una zona muy céntrica de la capital británica, cerca del Museo Británico y la Universidad de Londres. La víctima mortal es una mujer de unos 60 años de edad por la que los servicios de emergencia que se trasladaron al lugar no pudieron hacer nada. Las demás víctimas, tres hombres y dos mujeres, parecen estar fuera de peligro, aunque no se ha confirmado su estado de salud.
Para detener al atacante, la policía le abatió con una pistola eléctrica. De momento no se conocen con seguridad las motivaciones del agresor, aunque desde Scotland Yard apuestan por guiar la investigación hacia los problemas de salud mental que tenía el atacante. No obstante, no se cierran a la posibilidad de que estuviese vinculado a motivaciones terroristas, al mismo tiempo que hacen un llamamiento a la calma entre la ciudadanía y a notificar cualquier tipo de movimiento sospechoso que puedan detectar.
Las autoridades londineses han iniciado un gran despliegue de seguridad en la céntrica zona, que se ha ampliado hacia calles circundantes. Tan solo unas horas después del ataque, se ha anunciado la movilización de 600 oficiales adicionales para asegurar la ciudad y evitar nuevos ataques.
¿El verano más negro de los últimos años?
El verano de 2016 está marcando, sin duda, un episodio de la crónica negra de los últimos años, marcado por los atentados que se produjeron en París a finales del año pasado. Desde entonces, el pánico por la amenaza terrorista ha calado hondo entre la población, especialmente tras los ataques ocurridos en la discoteca Pulse de Orlando, donde murieron 49 personas.
El atentado con un camión en Niza, el ataque con un hacha en el sur de Alemania, el tiroteo de Múnich, la tensión racial y policial en EEUU con agentes asesinados, el secuestro de una iglesia de Normandía... estas son solo algunas de las agresiones de las que hemos sido testigos en los últimos meses y que nos han inundado de solemnidad los calurosos días de verano. A pesar de los intentos de las autoridades por poner fin a esta oleada de ataques, lo cierto es que parece complicado ver el fin de una tensión que alcanza la escala mundial y aparece por donde menos se espera.
