La humanidad, desde el estudio del sistema solar, la astrología y la cosmología, siempre ha estado alerta en lo que concierne al impacto de cometas o astros que atenten contra la supervivencia de la especie y la seguridad del planeta que tantos años se ha tardado en colonizar.
Un cometa, al que se le ha atribuido el nombre de 2008 KV2 se aproxima a la Tierra a la alarmante y rápida velocidad de 40.800 kilómetros por hora. El cuerpo, que mide 330 metros de diámetro, es casi tan grande como el tamaño de tres campos de fútbol juntos y pasará rozando el planeta en la mañana del jueves 27 de junio, a una distancia de 6,7 millones de kilómetros, que si bien no es preocupante, se ha considerado como potencialmente peligrosa y supondrá una oportunidad perfecta para que los científicos avancen en las investigaciones de este tipo de astros espaciales.
El asteoride fue descubierto en 2008 por los astrónomos del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA y no es la primera vez que decide hacer una visita a la Tierra, lo hizo por última vez el 11 de diciembre de 2018. Tampoco será la última, ya que repetirá en 2022 seg´n el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA.
No supone un riesgo
La NASA ha considerado que este cuerpo se puede clasificar como un Objeto Cercano a la Tierra (NEO, en inglés, por Near Earth Object), pues pese a que no nos afectará, pasará a una distancia prudencialmente importante para la agencia norteamericana, que denomina de esta manera a cualquier astro que se acerce a la tierra a menos de 50 millones de kilómetros. Su colosal tamaño, se cree que podría ser similar al del asteroide Apofis, también lo convierte en peligroso, pues un impacto contra la Tierra sería catastrófico e irreparable, pues equivaldría a la cantidad de 20.000 bombas atómicas, lo cual modificaría las especies que habitaran en el área de colisión, incluso hasta a varios cientos de kilómetros de distancia.
Sin miedo alguno, según ha advertido la NASA, en este caso no debe cundir el pánico pero hay que mantenerse en alerta porque ciertos asteroides tienden a cambiar su ruta de vuelo al sentirse atraidos por otros planetas cercanos, debido a la gravedad que generan entre ellos.
En el caso de 2008 KV2, esto ocurre cuando atraviesa el tramo comprendido entre el planeta Tierra y Venus, modificando constantemente la distancia a la que se encuentra de ambos planetas. Esta razón obliga a los científicos y expertos a no quitar el ojo del camino que traza, la seguridad es una de las prioridades del ser humano.