Si hay alguien que entendió el "Vive ahora", lema de Desalia, esa fue Asia Ortega. La actriz fue una de las estrellas invitadas al festival organizado por Ron Barceló que este año tuvo como epicentro el Hotel Meliá Villaitana, en Benidorm. "Estoy flipando", reconocía muy ilusionada y expectante por disfrutar de todas las sorpresas, fiestas y conciertos que tuvieron lugar.
La catalana aprovechaba la ocasión y el encuentro con la prensa para hacer un repaso a los papeles que la han dado a conocer ante el gran público. Especial cariño le guarda a Sole, a la cual interpretó en 'Hasta el cielo', película de 2020 de Daniel Calparsoro, para después retomarlo en la serie con el mismo nombre que ha emitido Netflix. "Algo me decía que iba a volver. Así pude abarcar toda la profundidad y las capas que ella tiene", explica.
Sobre su paso por 'El Internado: Las cumbres', serie en la que interpretó a Amaia, Ortega lo define como un "master". "Han sido tres años y en el primero nos pilló la pandemia. Cortamos el rodaje y luego volvimos a grabar todos juntos en un baserri en el País Vasco", recuerda. "Imagina, diez actores en una casa, ¿tú sabes lo que es eso?", bromea, confesando que de aquello se ha llevado "hermanos" y vivió una relación.
Si algo tienen en común tanto Sole como Amaia, a parte de ser dos mujeres fuertes y decididas, es su punto choni, algo que la actriz reivindica con orgullo. "Un chonismo ilustrado, estudiado, siempre es bien. Porque además el chonismo siempre lo llevas por dentro. Yo puedo ir divina de la muerte pero un dorado no me lo quita nadie", lanza entre carcajadas.
Circo y danza
Los comienzos de Asia Ortega se encuentran en el circo, donde empezó con tan solo cinco años. "Mis padres se dedicaban al clown y ya veían que su niña tenía que sacar todo lo que llevaba dentro por algún lado", revela. "El circo te da mucha estructura porque trabajas el cuerpo, la interpretación...", asegura.
Sin embargo, y aunque ahora está más centrada en la interpretación, su gran pasión es la danza. "Para mí es lo más puro que tengo, lo más sincero", confiesa. "Es el lenguaje en el que mejor me expreso porque a veces las palabras se quedan cortas", agrega antes de lanzarse a seguir bailando por Desalia.
