Las operaciones de estética de Carmen Borrego han sido la comidilla de la última semana. La hija de María Teresa Campos se ha sometido definitivamente a una intervención de papada, así como a una cirugía de párpados y cejas que prometía cambiar su rostro por completo.
La abultada papada de Borrego representaba uno de sus mayores complejos y ella nunca lo había ocultado. Sin embargo, los riesgos que entraña una intervención de estas características, le habían llevado a postergar el trabajo durante meses.
Ahora, por fin, la hermana de Terelu Campos ha tomado la determinación y el resultado es maravilloso. Y no podemos negar que hubo que echarle paciencia: el especial que preparó Telecinco nos hizo esperar hasta pasada la medianoche para conocer su flamante cambio.
Y, por fin llegado el momento, los espectadores tuvimos la ocasión de terminar con la incertidumbre...
El responsable de este cambio, el cirujano plástico Javier de Benito, recibió grandes aplausos por el resultado: "Le daría un 14. No solo es un médico estupendo, sino una persona que te da cariño y que está pendiente de ti en todo momento. Creo que tendré a Javier como amigo para el resto de mi vida", ha relatado.
Sin embargo, la cercanía de la invervención no permite valorar el resultado definitivo, ya que el actual rostro de Carmen aún luce hinchado:
La operación siempre entraña riesgos y Carmen no ha ocultado durante su entrevista que "no lo he pasado bien", aunque en todo momento ha contado con el apoyo de su familia: "Mi marido José Carlos ha estado siempre a mi lado, Terelu me ha cuidado y mi madre ha sido la que más me ha apoyado", confiesa.
"He superado mis miedos"
Carmen Borrego asegura que esta intervención le ha permitido alcanzar muchos propósitos: "he conseguido superar un miedo muy importante. El día antes de la operación estuve dudando cada minuto entre hacérmela o no".
Como hemos comentado, su imagen aún no es definitiva, pero ya deja entrever que va por muy buen camino. Su familia se encuentra encantada y ella asegura que se ve mucho mejor. Habrá que esperar para comprobar cómo será finalmente el resultado definitivo.