Seguro que no es la primera vez que se plantean cómo es posible que numerosos programas de diferentes cadenas de televisión, coincidentes en horario, celebren públicamente ser los espacios más vistos por los espectadores españoles. Líderes en su franja horaria, mayor cuota de pantalla, número de espectadores más elevado, curva creciente... son solo algunos de los términos que las cadenas de televisión utilizan con la idea de ajustar los datos de audiencia para hacer creer a los espectadores que ganan habitualmente la batalla.
El caso 'Hora punta'
Pero son solo eso, tretas de los gabinetes de comunicación de los medios para llevarse el aplauso de crítica y audiencia, porque como en todas las guerras (en este caso, la televisiva) solo puede ganar uno. Algo parecido ocurre con el programa 'Hora punta', de Televisión Española y presentado por Javier Cárdenas, que se emite de lunes a viernes en el acces prime time de la cadena pública (el espacio que se emite justo antes del prime time, la gran apuesta diaria de las cadenas de televisión, el plato fuerte de la noche).
El programa, que comenzó a mediados de octubre del pasado año, no termina de convencer a los espectadores de La 1. Y el descontento del público no solo se evidencia con los datos de audiencia diarios, sino que se palpa cada noche en las redes sociales, en las que un gran número de telespectadores se preguntan por qué el programa de Cárdenas continúa en antena a pesar de sus contenidos pasados y rancios.
La trampa
A pesar de los habituales "golpes de pecho" que su presentador, Javier Cárdenas, se da celebrando sus datos de audiencia y agradeciendo el seguimiento a los espectadores, la pequeña "trampa" que el programa y la cadena cometen con la idea de incrementar la cuota de pantalla no se ha hecho del todo evidente hasta que el propio presentador ha protagonizado recientemente un público enfrentamiento contra Ana Obregón.
La bióloga, título que ahora ha puesto en duda Javier Cárdenas, se quejó a través de las redes sociales de las insinuaciones del presentador acerca de su posible ficticia carrera universitaria con un mensaje que incidía directamente en el tema que hoy se trata aquí: "Ahora entiendo vuestra poca audiencia", comentaba. El dardo no pasó desapercibido para Cárdenas, que rebatió a la Obregón aludiendo al mejor dato de audiencia que el programa ha cosechado hasta el momento.
Pero, ¿qué audiencia real marca el programa de Televisión Española? Para comprobarlo, hay que explicar antes el truco que utilizan la mayoría de cadenas (no solo Cárdenas) para incrementar su cuota de pantalla. ¿Les suena la coletilla "Express" que, en ocasiones, va detrás del nombre de su programa favorito? Es una marca diferente al programa original que se utiliza para concentrar en ella los primeros minutos del espacio, que suelen ser los que menos espectadores reúne frente a la pantalla. De esta manera, los bajos datos que se obtienen en estos primeros minutos se "borran" del dato de audiencia final, que solo recoge el tramo en el que el programa logra reunir a mayor número de espectadores.
Pongamos un ejemplo práctico para comprenderlo mejor. El pasado martes, el programa de Cárdenas logró un gran dato con un 8,5% de cutoa de pantalla. No obstante, si se acude al espacio "express" que lo precede, la cuota disminuye en más de tres puntos (5,2%).
En curioso, además, que en alguna ocasión la sesión "express" dure tanto o más que la normal. Así, el pasado jueves 6 de abril, la primera parte del programa cuyo dato no venden se dilató veite minutos frente a los diecinueve que duró la versión normal, con un share dos puntos por encima de la anterior dado que el espacio se coloca a las puertas de 'Cuéntame como pasó', la serie más vista de la cadena.
Con esta treta 'Hora Punta' rasca algunas décimas consiguiendo engañar. Javier Cárdenas saca pecho asegurando que supera a espacios tan potentes como 'El Intermedio' o 'First dates' cuando, en realidad, ni compiten en la misma franja. Los espacios de El Gran Wyoming y Carlos Sobera comienzan en torno alas 21:30 mentras que el programa de La 1 se retrasa hasta las 22:30.
Otros programas que utilizan la misma estrategia
Para colmo, el programa de Cárdenas tan solo dura unos treinta minutos, de los cuales, la mitad del tiempo emite su versión "express". No obstante, y como decíamos, el presentador no es el único que aprovecha esta trampa. 'Gran Hermano' es otro de los espacios de televisión que intenta tapar sus peores marcas de los primeros minutos de programa. Por ejemplo, el mismo 9 de marzo el programa obtuvo un 11,5% en su versión "express", aunque más tarde logró firmar un notable 18,9% de share, algo que lo sitúa entre los programas más vistos de aquel día.
'Espejo Público', en las mañanas de Antena 3, también busca el titular que haga ganadora a Susanna Griso frente a Ana Rosa Quintana. En este caso, el programa de Atresmedia trocea el espacio en tres: 'Espejo Público: un café con Susanna', 'Espejo Público' y 'Espejo Público: La última hora'. Elegimos un día al azar de esta misma semana y comprobamos que, el pasado 5 de abril, el programa obtuvo un 11,4%, un 18% y un 13,5% respectivamente, de manera que se vende el dato más positivo (18%), coincidiendo así con la franja central del programa. Ni con esas el programa de Susanna Griso logra vencer a la reina de las mañanas, Ana Rosa Quintana, que sin necesidad de partir su programa en tres logró aquel día un 19,3% de share.
El retraso del prime time
Y con todo, nos enfrentamos a uno de los problemas que más quebraderos de cabeza provoca entre los habituales espectadores de televisión: el interminable retraso del prime time. ¿Recuerdan cuando los programas de la noche comenzaban entre las 21.30h y las 22.00h? Lejos ha quedado esa programación. El prime time se ha retrasado en nuestro país en los últimos años hasta cerca de las once de la noche.
Ni siquiera TVE, nuestra cadena pública, toma nota de las peticiones de la audiencia, pues programa 'Hora punta' cerca de las 22:15 horas, haciendo comenzar su apuesta nocturna de cada día alrededor de las 22.45 horas. A pesar de tener, supuestamente, el compromiso y la obligación de manejar un uso razonable de los horarios en televisión, así como de facilitar una sensata conciliación familiar.