Ashley Graham es considerada una pionera del movimiento body positive. Graham se transformó hace años en una de las primeras modelos XXL, y ganó una gran avalancha de fans (también de críticos, por supuesto) gracias a defender que hay más tallas aparte de la 36. No tardó mucho en pasar a ser una de las modelos XXL más cotizadas del momento. No obstante, ahora está siendo duramente criticada por algo que le ha traído problemas durante toda su vida: su peso.
Pareciera que todo gira en torno a su peso, como ella misma afirma. Y es que se está especulando sobre la posibilidad de que haya perdido peso, debido a su forma de vida activa y a un estilo de alimentación más saludable. Graham, por su parte, asegura que se encuentra cansada de que se le pregunte por su peso y de que la critiquen siempre por ello; ya sea porque se considera muy alto, o porque esté bajando. Parece que siempre centra el debate en torno a ella.
"Estoy harta de las continuas especulaciones con mi peso", critica. "No voy a dejar que otros dicten lo que debería ser mi cuerpo por su propia comodidad y vosotros tampoco deberíais hacerlo". Hace años era criticada por tener celulitis en los muslos, y ahora hay quien la está tachando de ser una hipócrita por preocuparse por su salud.
"¿Qué paso con la modelo que aceptaba sus defectos?", "solo otra cara bonita, ahora ya nada es especial", "cómete una hamburguesa, no cambies tu cuerpo por la tendencia de estar delgada". Estos son algunos de los comentarios que sus más de 7 millones de seguidores en Instagram han podido leer en su última publicaci´ón.
Misoginia y gordofobia, de la mano
Graham está siendo cuestionada por perder peso de la misma forma que fue cuestionada por quererse a sí misma independientemente de lo que marcase la báscula. Está siendo señalada como una hipócrita, cuando lo único que está haciendo es lo que siempre ha hecho: amar su cuerpo sin tener en cuenta la gordofobia de la sociedad.
Graham no deja de ser body positive por bajar de peso, puesto que sus ideas continúan siendo las mismas: ella defiende la diversidad corporal y el amor hacia uno mismo más allá del peso, de las tallas o de la normatividad.
Se la criticó en los inicios de su carrera por mostrarse segura de sí misma en un cuerpo que no se consideraba normativo, e incluso se la acusó de "promover la obesidad", cuando lo único que hacía era normalizar un tipo de cuerpo más. Ahora que su figura ha cambiado ligeramente, se la critica por esto precisamente. Porque se ve que el mensaje body positive no ha calado aún en la sociedad, que el "quiérete por encima de todo" no se ha comprendido.
La modelo ya ha señalado que continuará cuidándose y si eso trae consigo perder peso, será totalmente indiferente para ella. Es una persona saludable y eso va mucho más allá de la talla o de lo que marque una báscula.