Stephen Port, de 41 años, ha sido condenado a cadena perpetua por los asesinatos de Gabriel Kovari, Daniel Whitworth, Jack Taylor y Anthony Walgate. Las cuatro víctimas fallecieron a causa de dosis letales de GHB, un droga que mezclada con alcohol provoca la pérdida total de conocimiento.
El acusado se enfrentaba a un total de 29 cargos, aunque finalmente el jurado le declaraba culpable de 22: cuatro asesinatos, cuatro violaciones, diez delitos por suministrar sustancias y cuatro agresiones sexuales.
"El acusado morirá en la cárcel" sentenciaba el juez Openshaw, encargado de instruir el caso. Según relata la BBC esta frase causó un gran revuelo en la sala, provocado por las familias de las víctimas, que vitoreaban la sentencia desde la galería.
Con el fin de justificar su decisión, el juez calificaba los crímenes de Port de "terribles" y agregaba que era "un hombre peligroso". Esta era la tesis que había defendido durante todo el proceso la acusación, que afirmaba que el cocinero y ex escolta tan solo encontraba la satisfacción manteniendo relaciones sexuales con hombres inconscientes, lo que le convertía en un peligro para la sociedad: "Este es el caso de un hombre que ha buscado su propia satisfacción sexual, drogando, asaltando y matando a cuatro jóvenes gays, que él mismo había invitado a su apartamento".
No contento con perpetuar las horribles agresiones sexuales, el culpable filmaba las violaciones. Durante los interrogatorios encontraron 83 vídeos caseros, seis de los cuales fueron expuestos en el juicio para evidenciar como mantenía relaciones sexuales con jóvenes inconscientes.
Una cuestionable actuación de la policía
En un primer momento las muertes no fueron relacionadas entre sí, a pesar de que hablamos de cuatro jóvenes asesinados bajo las mismas circunstancias y cuyos cuerpos habían aparecido en el mismo lugar, a 500 metros del piso de Port en Barkig (Londres), con tan solo 15 meses de diferencia.
La Comisión Independiente de Quejas de la Policía (IPPC) está investigando el proceso que ha llevado a cabo el cuerpo para determinar si fue el correcto. "Es importante que establezcamos si la respuesta policial a las muertes de los cuatro hombres fue completa y apropiada en las circunstancias, incluyendo si la discriminación tuvo algún papel en las acciones y decisiones", explicaba la comisionada del cuerpo, Cindy Butts.
De hecho, propias figuras de la policía, como el Comantante Stuart Cundy, del Comando Especial de Crimen, declaraban que las pruebas presentadas en el juicio evidenciaban "las oportunidades que había perdido la policía para atrapar al asesino".
Precisamente, esta fue una de las cuestiones abordadas por el juez, que mencionaba en su discurso la cuestionable competencia del cuerpo de policía y la indecencia con la que han llevado la investigación, apuntando que será investigada y correspondientemente juzgada, "aunque no por él".
Es posible que existan más casos
A raíz de la presión mediática, la policía ha comenzado a investigar con más presión sobre el caso. Según informa GayTimes, se están revisando 58 muertes relacionadas con la droga GHB en estos últimos cuatro años.
El IPCC ha comenzado una campaña para recabar información ciudadana sobre cualqueir dato que posean de Stephen Port o de cualquiera de sus víctimas.
