Juan Manuel Valentín Tejero, el asesino de la pequeña Olga Sangrador, una niña de nueve años natural de Villalón de Campos (Valladolid), regresa de nuevo a la cárcel. Lo hace, después de haber sido detenido y acusado como presunto autor de varios abusos a una menor de edad, lo que ha conllevado a su ingreso en la madrileña prisión de Soto del Real.
La primera vez que Juan Manuel Valentín Tejero fue detenido y encarcelado sucedió en el año 1992, cuando secuestró, violó y asesinó a la pequeña Olga Sangrador, destrozando a una familia entera. Su crimen fue castigado con 50 años de prisión más otros tantos por diferentes delitos, de los cuales solo llegó a cumplir poco más de 20 años entre rejas. Varias décadas después, un juzgado de Instrucción de Madrid ha ordenado su entrada en la cárcel tras conocer los recientes hechos.
En noviembre de 2013, Valentín Tejero quedaba el libertad, enviando un comunicado a través de su abogado de oficio en el que expresaba su arrepentimiento y pedía perdón a todas las víctimas y familiares de los crímenes que cometió, unas disculpas que no servían para devolverle la vida a la pequeña Olga. En esa misma carta también aseguraba que había estado trabajando para hacer posible su reinserción, algo que, como hemos podido comprobar, no sirvió de nada.
En libertad tras anularse la 'doctrina Parot'
La excarcelación de Juan Manuel Valentín Tejero se produjo por la anulación de la doctrina Parot por parte del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), una decisión de la que también se beneficiaron muchos otros presos de ETA, así como pederastas o asesinos en serie. El TEDH consideró que en su aplicación retroactiva, dicha doctrina violaba varios artículos de la Convención Europea de Derechos Humanos, lo que llevó finalmente a su ilegalización.
Evidentemente, la familia de la niña asesinada, a través de su letrado, solicitó que el condenado por asesinato permaneciera en prisión cumpliendo su respectivo castigo por el citado crimen. Su petición, sin embargo, no tuvo éxito, a pesar de que habían avisado de la peligrosidad de Valentín Tejero, por poder volver a reincidir en sus actos una vez quedara en libertad, tal y como ha sucedido finalmente.
Del mismo modo, Pedro Luis Gallego, conocido como el violador del ascensor, también se benefició de la anulación de la doctrina Parot y quedó en libertad sin haber cumplido la totalidad de su condena a pesar de haber sido condenado a 273 años de prisión por multitud de agresiones y violaciones y por el asesinato de las jóvenes Marta Obregón y Leticia Lebrato en 1992. Además, tras su salida de la cárcel volvió a ser detenido en Segovia después de ser acusado como supuesto autor de varias agresiones sexuales.