Ally Steinfeld, una joven transexual estadounidense de 17 años, fue hallada muerta por la policía en la ciudad de Cabool (Missouri). El cuerpo encontrado estaba quemado y totalmente mutilado. Tres sospechosos han sido acusados de asesinato en primer grado y una cuarta persona detenida por abandono del cadáver y manipulación de pruebas. La indignación recorre las redes sociales debido a que las autoridades no consideran el agravante del delito de odio.
La familia de Steinfeld denunció la desaparición a principios de septiembre e inició una profunda e intensa búsqueda. Tres semanas después, la policía hallaba parte de su cuerpo desmembrado y quemado enterrado en un gallinero ubicado en una zona rural de Misuri.
Cuerpo mutilado y quemado
El principal acusado, Andrew Vrba, confesaba a la policía que intentó envenenar a Steinfeld. Sin embargo, al no lograr que la chica se bebiera el veneno, la apuñaló con un cuchillo -posteriormente encontrado por la policía- y procedió a mutilarle los genitales y los ojos, desmembrándole totalmente el cuerpo. Dos amigas de la víctima, Isis Schauer -que además era novia de Vrba- y Briana Calderas, se dirigieron al supermercado Walmart a comprar lo necesario para quemar el cuerpo. Tras realizar todo esto, pusieron los restos en una bolsa de basura y los escondieron en un gallinero cerca de la casa de Calderas.
Los acusados tenían edades que comprendían entre los 18 y los 24 años. El principal agresor, Vrba, se jactaba ante la policía de que "tenía que matar" a Steinfeld y aseguraba que en el crimen habían colaborado otras dos personas. Una de las amigas de la víctima, Calderas, aseguró a la policía durante su interrogatorio que, pese a que conocía los planes del asesino, no quería que muriera. Sin embargo, los otros dos acusados declararon a las autoridades que Calderas había discutido con ellos días antes y finalmente había colaborado en el asesinato. Asimismo, una cuarta persona llamada James Grigsby ha sido detenida acusado de abandonar al cadáver y manipular pruebas.
Indignación en la sociedad
Tras revelarse los hechos y ser detenidos los acusados, las redes sociales han comenzado a arder debido a que las autoridades se han negado a reconocerlo como un "crimen de odio". Según el fiscal Parke Stevens Jr. y el sheriff James Sigman, el asesinato es ya de por si un homocidio basado en el odio en el que no entra en juego la identidad de género de la chica transexual.
Estas declaraciones han supuesto un duro mazazo al reconocimiento de las víctimas transexuales. Las redes han iniciado un crowdfunding -que ya ha recaudado 5.000 dólares- para sufragar los gastos del funeral de Steinfeld. Patricia Arquette, una reconocida actriz cuya hermana transexual fallecía hace un año a causa del SIDA, ha colaborado con la campaña aportando 1.000 dólares.
Al fin liberada
Recientemente la víctima había hablado con su familia sobre su identidad de género. Ashleigh, hermana de Steinfled, la ha definido como una persona "cariñosa y extrovertida" y aseguraba que huía de los conflictos. Su madre aseguraba en unas declaraciones -en las que se refería a ella con nombre de chico- que la adolescente era completamente feliz.
El pasado mes de mayo, Ally Steinfeld salía públicamente del armario a través de una fotografía en la red social Instagram y pedía a sus seguidores y cercanos que la apoyaran en esta nueva vida. Sin duda, un acto de valentía en un mundo lleno de cobardes intransigentes.