Laura Ann Carleton, mujer de 66 años, que regentaba una tienda de ropa en Cedar Glen, al este de Lake Arrowhead, en California (Estados Unidos) ha sido asesinada a tiros. Firme defensora de los derechos humanos y comprometida con el colectivo LGTBI, colgó una bandera arcoíris en las puertas de su establecimiento, lo que llevó a un hombre a acabar con su vida en un claro crimen de odio.
El suceso tuvo lugar el pasado viernes 18 de agosto, cuando Carleton fue encontrada con una herida de bala en su tienda, llamada Mag.Pi, según el comunicado de prensa del Departamento del Sheriff del Condado de San Bernardino. Fue declarada muerta en el lugar.
Según han informado las autoridades en un comunicado, "a través de investigaciones posteriores, los detectives se enteraron de que el sospechoso hizo varios comentarios despectivos sobre una bandera arcoíris, que estaba fuera de la tienda, antes de disparar a Carleton".
El sospechoso huyó después de disparar a la mujer y fue encontrado más tarde a poco más de un kilómetro de distancia, todavía armado. "Cuando los agentes intentaron ponerse en contacto con el sospechoso, se produjo un encuentro con fuerza letal y el sospechoso fue declarado muerto", apunta el Departamento del Sheriff. "Ningún agente resultó herido durante el incidente", añaden.
Aliada LGTBI
Carleton, a la que llamaba cariñosamente "Lauri", deja un esposo y nueve hijos. Estudió en la Escuela de Diseño del Centro de Arte y tuvo una larga carrera en la industria de la moda, siendo ejecutiva en Kenneth Cole durante 15 años. Aunque era heterosexual, siempre fue una aliada del colectivo LGTBI.
Ari, una de las hijas de Lauri, ha asegurado que la tienda ha recibido varios ataques motivados por la presencia de la bandera LGTBI, pero que su madre nunca se había dejado intimidar y la dejaba siempre puesta. De hecho, Mag.Pi era reconocida por la comunidad LGTB de Lake Arrowhead como "aliado comercial" debido a su compromiso en defensa de los derechos del colectivo.