Un niño de cinco años ha muerto en Londres después de que, supuestamente, su padrastro le asesinase a golpes en pleno parque de juegos por haber perdido una zapatilla mientras jugaba.
El hombre, de 39 años, se encuentra ya en dependencias judiciales a la espera de juicio. La paliza que propinó al menor provocó en el pequeño, llamado Alex Malcolm, varias lesiones graves e irreparables en la cabeza y el estómago.
Tras matar al pequeño, el acusado se dirigió contra la madre del menor, que también era su pareja, para tratar de impedir que llamase a los Servicios de Emergencias para salvar su vida. Tras su negativa a abandonar al pequeño, el padre decidió también golpearla brutalmente, aunque consiguió escapar del lugar de los hechos.
El suceso, que aconteció durante la jornada del pasado 20 de noviembre, no quedó registrado en las cámaras de seguridad que vigilaban la zona, pero sí se pudo comprobar cómo salía con el pequeño de la casa y cogía tres autobuses para ir al parque. El hombre acostumbraba a cuidar al pequeño todas las tardes.
Uno de los testigos en la zona ha relatado que en un momento dado pudo comprobar cómo el padre ardía en cólera cuando se enteró de que su hijo había perdido uno de los zapatos en la arena del parque jugando con el resto de los niños.
El menor, que fue trasladado finalmente al hospital, no pudo reponerse de las heridas y, a pesar de los arduos esfuerzos de los facultativos por salvar su vida, falleció como consecuencia de las terribles lesiones ocasionadas.
La madre del pequeño, Lilya Breha, que ahora se encuentra destrozada, ha asegurado que su hijo era un bebé "hermoso, amable y gentil que no deberían haberme arrebatado", en declaraciones con The Independent. La madre ha relatado que el pequeño era tan guapo que "la gente a menudo pensaba que era una niña" e incluso estaba dando sus primeros pasos como modelo. Una tragedia de la que, seguramente, jamás podrá reponerse.