La tecnología ha cambiado nuestra manera de ver el mundo, de sentir y de vivir. Por todo ello, las empresas se han volcado en promocionar aparatos electrónicos para sacar un mayor beneficio económico. Una de las últimas que se han sumado al mundo online es la aseguradora más antigua de Norteamérica, John Hancock, que anunció el pasado miércoles 21 de septiembre que dejarán de suscribir pólizas tradicionales.
Su plan, a partir de ahora, pasa únicamente por aceptar aquellas en las que haya que utilizar un dispositivo electrónico de seguimiento. ¿El final de esta medida? recopilar los datos de la salud y el ejercicio de la persona asegurada. Y, para ello, utilizarán la multitud de aplicaciones y aparatos electrónicos que monitorizan nuestra actividad diaria y que pueden adquirirse fácilmente en el mercado.
Esta empresa lleva trabajando en Estados Unidos desde hace 155 años. Sin embargo, no ha sido hasta 2015 cuando comenzó a aplicar este modelo a sus productos. Y,tres años después, pasa a ofrecer en exclusividad ese modelo de póliza electrónica. Además, los asegurados podrán obtener descuentos si registran sus ejercicios en dispositivos como Fitbit o Apple Watch, así como descuentos en pequeños comercios y otras grandes superficies si informan sobre sus rutinas alimenticias, según informa Reuters.
¿Un negocio peligroso?
Brooks Tingle, que dirige la longeva aseguradora, explicó que sus clientes podrán escoger entre el programa básico, que les permite subir su actividad a la aplicación y a cambio reciben tarjetas regalo, o por el contrario pueden por el programa wearable y a cambio obtener descuentos premium.
Con estos regalo, parece los clientes salen ganando, pero debemos tener en cuenta que las aseguradoras obtienen mucha información sobre su salud que luego podrían vender. Sin embargo, estas empresas garantizan que se trata de "una cuestión plenamente regulada".