Anthony Fisher, el arzobispo de Sídney, ha conseguido enemistarse con prácticamente toda la opinión pública tras sus controvertidas declaraciones. Y es que el mensaje de Navidad que ha dado a sus seguidores ha sido muy poco apropiado. Se ha despedido del año 2017 señalando que este ha sido un año horrible porque se ha aprobado el matrimonio igualitario en Australia, se han revelado abusos sexuales a menores en distintas escuelas católicas y se ha aprobado una ley sobre el derecho a la muerte digna en Victoria.
No ha dudado ni un momento en establecer similitudes entre el matrimonio igualitario y el hecho de que una enorme cantidad de menores hayan sido víctimas de abusos sexuales por parte de curas en algunas instituciones católicas. Estamos hablando de que ha equiparado un derecho de un colectivo determinado a un delito grave que podría costarle la salud mental a muchos menores inocentes.
Fisher, en su discurso, ha explicado que "para las personas de fe, se podría decir que ha sido un 'annus horribilis', ya que nuestra concepción cristiana del amor ha sido desafiada en los debates sobre el matrimonio y la eutanasia; la libertad religiosa de Australia se ha puesto en duda". De esta forma, hacía referencia a que hace bastante poco, y tras mucho debate, por fin se ha aceptado en Australia el matrimonio igualitario como un derecho del colectivo LGBT.
El matrimonio igualitario, a la altura de los abusos sexuales a menores
Lo preocupante de este discurso es que no haya dudado ni un solo momento a la hora de equiparar ambos hechos, que nada tienen que ver y que, según él, atentan sobre la concepción cristiana del amor. Y es que, en su discurso, lo primero que criticó fue el matrimonio igualitario y la eutanasia; solo tras esto se decidió a hablar sobre el informe que ha presentado la Comisión Real sobre el Abuso Infantil. En este informe se explica que ha habido más de cuatro mil quinientos casos de abuso sexual a menores por parte de casi dos mil miembros del clero. Ha hecho referencia a estos abusos como "los vergonzosos crímenes y encubrimientos en nuestra Iglesia descubiertos por la Comisión Real".
El portavoz de Equality Campaign, llamado Clint McGilvray, cree que poner en el mismo contexto al matrimonio igualitario y el abuso sexual a menores es una equivocación. "Lo primero celebra lo mejor de los valores australianos, lo mejor de quiénes somos y lo que somos. En cuanto a lo otro, pienso que ha sucedido algo horrible y que la Iglesia tiene que asumirlo. Como católico, sé que la mayoría de los católicos australianos votaron a favor (del matrimonio igualitario), porque es lo que está en línea con los valores de nuestra fe", explicó McGilvray. En su día, el propio arzobispo Fisher señaló que era imposible que la mayoría de los australianos hubiera aceptado el matrimonio igualitario, pese a las evidencias.