El diario ABC se ha hecho eco del nombramiento de Petra De Sutter, una mujer trans que se ha convertido en la primera en alcanzar un puesto como ministra en el Viejo Continente.
La noticia, todo un hito para el colectivo, sin embargo ha quedado empañada por los prejuicios que esconde el artículo redactado por el periodista Enrique Serbeto, que destila transfobia (o simple ignorancia) en toda su extensión.
La primera versión del titular ya no dejaba lugar a dudas: "Bélgica nombra al primer ministro transexual de Europa". Nadie comprende el uso del masculino, puesto que lo más cerca que Petra De Sutter ha estado de él fueron los genitales con los que nació... no su género.
Dos miembros trans relevantes en la política, el primer concejal hombre de nuestro país, Guillem Clua (Compromís) y la primera diputada trans, Carla Antonelli (PSOE) han denunciado los hechos.
¿Hola @abc_es/@27europas, de mala uva q tal, ni q os escociera, eh? / Corrección estilo: "Bélgica nombra a la primera mujer transexual ministra de Europa, Petra De Sutter es brillante ginecóloga y profesora experta en fertilidad" ABC de Transfobia, os falta categoría, #Patéticospic.twitter.com/x858DnnJ6d
— Carla Antonelli / ?????????? (@CarlaAntonelli) October 4, 2020
Ministra. Ministra. Ministra. Ministra. Ministra. Ministra. Ministra. Ministra. Ministra. Ministra. Ministra. Ministra. Ministra. Ministra. Ministra. Ministra. Ministra. Ministra. Ministra. Ministra. Ministra. Ministra. Ministra. Ministra. (Bis). https://t.co/Lw2GBOBFD1
— Guillem Montoro ?????????? (@GuiIIem) October 4, 2020
Quizás ante las críticas, el diario ha cambiado finalmente el titular hacia "Bélgica nombra a la primera ministra transexual de Europa". Pero solo el titular, porque lo que hay dentro del artículo... sigue igual.
"Nacida hombre"
El artículo escrito por Enrique Serbeto incluye otras perlas, incluido el subtítulo, donde se afirma que la minista "nació hombre". Algo completamente incierto: que la anatomía de Petra De Sutter se desarrollase de forma masculina en el pasado no implica que su verdadera identidad de género sea femenina. Y como tal, tenga todo el derecho a su reconocimiento. Porque una mujer trans que no se declara como género fluido nunca ha sido un hombre.
En el cuerpo de la noticia también se apela a que Petra De Sutter, brillante ginecóloga, profsora experta en fertilidad "decidió convertirse en mujer sin cambiar de profesión, siempre en la universidad de Gante", como si lo normal hubiera sido que se metiera a ama de casa o a pasear por las peores calles, debe entender el transfóbico redactor.
Por cierto, una mujer trans no "decide convertirse en mujer", sino que nace mujer y, si siente que su anatomía masculina no comulga con su identidad de género, entonces realiza la llamada 'transición', un proceso complejo por el número de riesgos que implica y que habla de la verdadera valentía de toda la comunidad trans.