"Alemania no tiene monumentos dedicados a Adolf Hitler. Italia tampoco tiene monumentos dedicados a Benito Mussolini. Pero España tiene el Valle de los Caídos". Así presenta The New York Times en su cuenta de Twitter un artículo dedicado a la próxima exhumación de Francisco Franco.
Firmado por el periodista Raphael Minder desde San Lorenzo de El Escorial, el artículo hace un repaso a la historia del Valle de los Caídos. Narra, por tanto, cómo el dictador empleó a los republicanos encarcelados tras la Guerra Civil como mano de obra para edificar esta monumental obra, en la que se se encuentran más de 33.000 cadáveres de españoles que lucharon en la contienda.
Sobre esto último, el periodista relata la situación de muchos republicanos que fallecieron en la guerra y fueron enterrados en fosas comunes en el Valle, así como la lucha de sus familias por recuperar los restos. Historias que ya conocemos en España, pero que al ser analizadas desde una perspectiva extranjera estremecen aún más si cabe.
La "sombra alargada" del dictador
Porque la clave del artículo está precisamente en eso, en conocer una opinión alejada de los postulados de las dos Españas todavía presentes en la actualidad. Y a Raphael Minder le sorprende que Franco sea el único dictador fascista europeo al que se le rinde todavía homenaje. "Nadie tiene una sombra más alargada sobre la política española que Franco, incluso décadas después de su muerte en 1975", comenta.
Además del análisis histórico, el periodista se sumerge en el Valle y en la basílica donde se guardan los restos del dictador. Allí relata cómo se dedican misas al general, el cual es recibido con el saludo fascista por parte de sus seguidores. Entre ellos está Estela Tapias, una mujer que ha acudido a la tumba con su marido y sus hijos: "Franco era un dictador, pero uno bueno", asegura. "No entiendo por qué los comunistas quieren sacarlo de aquí".
El tweet original de The New York Times cuenta con casi 8.000 retweets y un sinfín de comentarios. Muchos de ellos exponen la herencia franquista existente en las instituciones, mientras otros recuerdan que Franco contó con la ayuda inestimable de Estados Unidos desde el comienzo de la Guerra Fría.