Las arrugas. Esas pequeñas marcas a las que la gran mayoría de la población le tenemos miedo, sobre todo, a medida que vamos cumpliendo años. Aunque algunos las llamen positivamente marcas de experiencia, para otros son indudablemente molestas. De igual modo, puede que a partir de ahora sirvan para conocer mejor nuestro estado de salud.
Según una nueva investigación presentada en el Congreso Europeo de Cardiología que se celebra en Munich, las marcas de la frente podrían ser una clara señal de alerta cardiovascular. Esto se podría saber si las personas que tienen estos surcos los tienen de una manera muy profunda para lo que deberían por su edad.
Por lo tanto, es un estudio que, en principio, facilitaría la labor de los médicos. Podrían identificar quién tiene mayor riesgo de morir por una enfermedad cardiovascular con tan solo mirar a la cara de la persona. "Sin embargo, no se pueden ver o sentir factores de riesgo como el colesterol alto o la hipertensión", asegura la autora del estudio Yolanda Esquirol, profesora asociada de salud ocupacional en el Centre Hospitalier Univertistaire de Toulouse, en Francia.
No se sabe por qué
En concreto, fueron 3.200 participantes del estudio los que fueron seguidos durante 20 años, de los cuales 233 murieron por diversas causas. De esos, el 15,2 por ciento tuvieron puntajes de dos o tres arrugas, el 6,6 por ciento tenía una puntuación de arrugas y el 2,1 por ciento no tenía. Las personas con algunas arrugas no tenían un riesgo ligeramente mayor de morir de enfermedad cardiovascular que las personas sin arrugas.
Por el contrario, los que tenían puntuaciones de arrugas de dos y tres tenían casi 10 veces el riesgo. "Cuanto mayor era la puntuación por arrugas, mayor será el riesgo de mortalidad cardiovascular", explicó la doctora Esquirol.
Los investigadores aún no han sido capaces de explicar los motivos de su hallazgo ya que no conocen la razón de la relación pero creen que podría tener que ver con la aterosclerosis o el endurecimiento de las arterias debido a la acumulación de placa. Más concretamente, la aterosclerosis es un importante contribuyente a los ataques cardíacos y otros eventos cardiovasculares.