Un hombre ha sido detenido tras ser acusado de casarse con su hijastra y violarla cuando ella tenía tan solo 11 años. Después, la raptó y la mantuvo prisionera en México durante 19 años.
El hombre en cuestión se llama Henri Michele Piette y tiene actualmente 62 años, ha sido acusado de violación en primer grado y muchas otras ofensas por las autoridades de Oklahoma, Estados Unidos.
La responsable de que lo hayan detenido ha sido su hijastra Rosalynn McGinnis, que ahora tiene ya 33 años y pudo escaparse del cautiverio en que se encontraba y hacer llegar su situación a la embajada estadounidense de México.
La historia de Rosalynn McGinnis
McGinnis le contó a la policía que se "casó" con Piette en la parte de atrás de una furgoneta en una ceremonia improvisada oficiada por el hijo de 15 años del hombre el día antes de que el se casara legalmente con su madre.
Fue un timepo más tarde que la madre de Rosalynn se dio cuenta de con qué tipo de hombre se había casada, uno violento que había violado a su hija y abusaba de ella. Por eso decició abandonarle y entrar en un programa de protección por violencia de género.
El 1997 Henri Piette la estaba esperando al salir del colegio. La raptó y empezó un viaje por Estados Unidos junto con el resto de sus hijos. Según el informe del FBI:
Piette le contó a sus hijos que Rosalynn sería su nueva madre y empezaron a viajar por numerosas localizaciones de Estados Unidos hasta acabar en México
Según se ha sabido, el hombre tenía muchas conexiones con México y Centro América y con las organizaciones criminales que hay ahí, así que eligió ese lugar para asentarse con su nueva familia.
Diecinueve años captiva
Según ha confesado McGinnis, durante el tiempo que tuvo que pasar con su captor, este la sometio a abusos prácticamente diarios, y tuvieron nueve hijos, de los que también abusaba.
Contó que sufrió palizas, torturas y que el hombre llegó incluso a apuñalarla y dispararla durante su estancia en México.
Un día una vecina se acercó a la casa donde vivían porque les había hecho un pastel a sus hijos. Aprovechando que Piette estaba fuera de la habitación, le hizo saber a la vecina que estaba secuestrada.
Ella volvió a su hogar y encontró en internet el cartel de desaparecida de Rosalynn McGinnis, avisó a las autoridades de lo que estaba ocurriendo en aquella casa y estas procedieron a abrir una investigación.
Sabía que si no salía de ahí, o bien me volvería loca o acabaría muriendo y dejando a mis hijos con ese hombre
Rencunció a su derecho de permanecer en el anonimato a su vuelta a Estados Unidos porque quería que el mundo supiese por lo que había pasado, quería que se condenase al hombre que le hizo a esto y quería que se hiciese justicia.