Esmeralda González, instagrammer y actriz porno, fue secuestrada en mayo, a sus 24 años. Fue su hermano el que ordenó la búsqueda, después que asaltaran a la joven en su casa de Las Vegas. El 8 de octubre, su cuerpo fue encontrado en una caja de hormigón en el desierto.
El claro sospechoso
Christopher Prestipino, vecino de la víctima, pasó a ser el principal sospechoso después de que la Fiscalía recibiera un relato anonimo que confirmaba que el acusado mantuvo cautiva a Esmeralda durante bastante tiempo.
Se dice que también habría llegado a drogarla con metanfetamina, y que cuando la joven volvió a estar consciente amenazó con llamar a la policía, por lo que el acusado empezó a golpearla y estrangularla. Cuando se despertó después de haber recibido la brutal paliza, su vecino decidó envenenarla con un químico limpiapiscinas.
Prestipino alquiló un coche y metió el cadáver de la actriz en una caja de hormigón. Lo llevó hasta el desierto de Nevada y después se fugó a Belice. Unos hechos que han precipitado la investigación.
A pesar de ello, ya ha sido detenido y se le acusa de secuestro y asesinato premeditado. La Justicia acusa también a su pareja, Lisa Mort, de haber ayudado o escondido a un delincuente.